Frente a las dunas de Capadocia Alberto José Linero les va contando a la docena de viajeros que lo acompañan los pasos que dio Pablo para salvar su fe. Lo han seguido durante tres días. A mediados de octubre partieron de Bogotá. La expedición se llama Los Pasos de San Pablo. El costo por persona es de 29 millones de pesos. Incluye tiquetes, estadía y alimentación por una semana. En ese viaje Linero estuvo en las ruinas de la ciudad de Laodicea, antiguo imperio seléucida, y que vivió su mayor momento de esplendor en el año 261 a.c. estuvo en Filipos, donde estuvo preso San Pablo hace 2.000 años. Es mucho más que un viaje histórico por uno de los destinos más enigmáticos del mundo, sino un recorrido por las experiencias y las charlas de Alberto Linero.
Pocas cosas han escandalizado más a este país que cuando, el 5 de septiembre del 2018, el padre Linero anunció que se retiraba del sacerdocio. Entre lágrimas tomó el micrófono de Blu Radio, emisora que se ha convertido en su casa y, con la voz entrecortada, decía que después de pensarlo durante un año, se convenció que no necesitaba de una sotana para llevar su mensaje a los que lo necesitaban. Le dijeron de todo. Que lo había hecho por una mujer. Una vez una señora lo detuvo en la calle y le gritó “Ojalá que te de un cáncer”. Como alguna vez lo dijo en una entrevista “Me jodieron más la vida que a los pedófilos que dan misa y nadie les dice nada”.
Su particular manera de expresar la fe, dicharachera, samarquillera, en donde no dudaba en poner, al lado del Deuteronomio las canciones de Juancho Rois o de Roberto Roena como enseñanza, escandalizaban al clero. Porque el nunca se aburrió de ser sacerdote, ni dejó el clériman por una mujer. Sí, tenía una relación con María Alcira Matallana, con quien incluso se casó en el 2021, pero él lo que quería era reformas. Quería, por ejemplo, una reforma en la liturgia. Una de las razones por las que los pastores evangélicos van ganando cada vez más público en Latinoamérica es porque tienen flexibilidad a la hora de dar su palabra. La segunda es flexibilidad en el celibato. No se debe imponer esta práctica. El que lo quiera ejercer que lo haga y el que no, que ceda, que no por eso se le va a acabar su fe en Dios. Y lo otro que le molestaba es la dureza con la que la iglesia trata a los divorciados. No es posible que no puedan comulgar si decidieron rehacer su vida con otra persona.
Cuando se fue a vivir solo, en el 2018, no podía creer la comodidad que conlleva estar con todo el espacio disponible para una persona. Nacido en octubre de 1968 tenía 15 años cuando se fue a sus primeros retiros espirituales y después vino el seminario y la vida en comunidad. Fue una delicia además constatar que, con las regalías que ganaba con su publicación, El man está vivo, le alcanzaba para vivir de manera holgada. Así que aceptó estar de planta en Blu Radio y dar conferencias además de escribir libros.
Desde el 2008 viene publicando libros. El primero de ellos se llama No mendigues amor, y el último Espiritualidad para humanos. En noviembre, después de llegar de Turquía, se presta para hacer una serie de conferencias de superación. La primera de ellas será en el teatro ABC de Bogotá y se llama Humanos, una experiencia sublime. Este año ya viajó a territorios donde empezó la cristiandad. Partiendo del hecho de que Jesús bebió de la filosofía griega, concretamente de Aristóteles, llevó a su tropa para Grecia, además de Turquía.
El padre Linero en una cueva en Turquía.
Pocas cosas sacan de quicio a Linero. Una de ellas es que le digan ex padre. Cuando algún atolondrado le dice esto el padre saca su gancho verbal de derecha y le dice “Entonces tú eres ex hijo” porque él se ordenó fue para toda la vida. Linero lo que hizo fue apartarse un poco de la sotana pero él sigue teniendo la misma convicción de servicio con la que se ordenó. Dos veces por año se confiesa con su amigo, el padre Dario Jaramillo, y le cuenta de su soberbia y de que a veces prefiera estar solo a darse a los demás. Sigue trotando cinco kilómetros al día y a seguir con su cruzada de bajarle a las haronas. Ese fue el secreto de haber bajado de 120 kilos que pesaba en el 2016 a los sanos 80 kilos que tiene hoy. Canta y compone vallenatos y salsa que jamás cantará en un concierto y se prepara para su próxima salida, si es que la guerra los deja salir.
En la agencia de Viajes peregrinar Viajes y Turismo tenían listo un viaje por Jordania, Egipto e Israel, visitando toda la tierra santa, algo que ya hizo en marzo del 2023 como se ve en estas imágenes:
Pero la guerra se le atravesó y esperarán hasta enero si este sueño vuelve a realizarse o no. En caso tal de que el conflicto continúe, se buscará un nuevo destino.