James pasó en tan solo 7 años de estar en la cima del mundo, ser goleador de un mundial de fútbol y fichaje estrella del club más importante del mundo (Real Madrid) a tener las maletas listas para irse al fútbol catarí, una liga de medio pelo donde lo que más importa es el dinero.
Aquel 2014 no pudo ser mejor para James. Luego del mundial se consolidó en el Real Madrid de la mano de Ancelotti, pero todo se empezó a venir abajó cuando el italiano se fue y llegaron Benítez y luego Zidane. Para ellos el colombiano no era titular y James no tuvo más opción que salir de ahí. El Bayern Munich tocó sus puertas y James aprovechó esa oportunidad.
Sus dos años en Alemania fueron espectaculares. Recuperó la sonrisa y volvió a ser uno de los mejores del mundo. Así llegó a la Copa América 2019 donde pese a que Colombia fue eliminada en cuartos, el 10 brilló en todos y cada uno de los partidos jugados.
El Bayern estaba dispuesto a comprar a James porque estaban encantados con él. Todo estaba listo para la compra definitiva pero James se echó para atrás. Él dijo que no le gustaba el frío de Alemania y por eso rechazó la compra del Bayern. Quiso volver a Madrid y desde ahí su carrera va en una cuesta abajo que luce interminable.
De regreso en Madrid fue más suplente que nunca, jugando solo 14 partidos en todo el año con Zidane. Su salida fue irse al Everton con Ancelotti y tuvo un buen inicio de temporada, pero las lesiones lo atacaron y terminó muy mal la temporada. Ancelotti se fue y volvió Benítez al Everton, dándole el golpe final a James.
El colombiano ya está recuperado de sus lesiones y ni así Benítez lo pone a jugar. Sin más remedio y en busca de minutos, James probará suerte en el fútbol del medio oriente, pero nada de esto habría sucedido si hubiera aceptado la oferta del Bayern en su momento. Ese error todavía lo persigue y lo tiene en la posición donde se encuentra en este momento.
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