Freddy Rincón tenía 55 años y una vida plena. Había superado lo peor, una acusación en Brasil por narcotráfico que al final se probó era falso, un accidente en auto del 2012, su paso por Millonarios que le costó críticas de una de las hinchadas más exigentes de Colombia. Sin embargo, un descuido del hombre que conducía la camioneta negra Ford, al pasarse un semáforo en rojo, terminó con la vida de Freddy.
Rincón sufrió un violento golpe contra el vidrio que le produjo un severo trauma craneoencefálico que terminó inflamando su cerebro. A pesar de los esfuerzos intensos de los médicos de la clínica Imbanaco, nada se pudo hacer para recuperarlo. Imbanaco está entre las 10 mejores clínicas del país. Se tenía la fe de que se podría revertir este desenlace pero, ante la violencia del golpe, fue imposible.
Llora todo un país.