El nombramiento de Astrid Bibiana Rodríguez como ministra del deporte en marzo de 2023, en reemplazo de la investigada María Isabel Urrutia, no se dio porque fuera amiga o conocida del presidente Petro. La maestra en educación física e investigadora del deporte Astrid Bibiana Rodríguez tampoco llegó a la cartera como cuota política.
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La suerte de haber sido pupila y luego colega y amiga personal de un hombre cercano al Presidente —fallecido en 2021— fue la única recomendación que necesitó Gustavo Petro para ponerla en el cargo que hoy, 10 meses después, está en la cuerda floja porque Colombia perdió la sede de los juegos panamericanos que se realizarían en 2017 y parte de la culpa recae sobre la ministra y el gobierno nacional.
Él fue Víctor Chinchilla, el mentor de la ministra del deporte
Gustavo Petro conoció al profe Chinchilla, fallecido en 2021, en Zipaquirá, cuando el hoy presidente era alumno suyo. Su buena amistad, a pesar de la diferencia de edad, se basó en la postura e idealización de políticas públicas sobre la formación de la educación física en los colegios. El profesor Chinchilla fue quien creó la Asociación de profesores de educación física de Zipaquirá y junto al hoy presidente desarrollaron programas deportivos en el municipio.
En aquellos años convulsos el ‘profe’ Chinchilla, crítico de las malas administraciones, se montó en la revolución. Hizo parte del M-19 en la Zipaquirá de los años 70. Con Gustavo Petro se sentaba a debatir y a estudiar durante varias horas del día las figuras políticas y militares que hicieron historia. Fue Víctor Chinchilla quien le enseñó al presidente Petro la vida y obra del general José María Melo, un subalterno de Simón Bolívar admirado por la izquierda y el progresismo, y quien terminó convertido en un socialista y cercano al proceso sindical que le dejó su paso como asilado en Europa. A su regreso a Colombia el general José María Melo terminó como presidente de la Nueva Granada durante la Guerra civil de 1854.
Tras su salida del Eme, donde fue ideólogo, el profesor Víctor Chinchilla nunca empuñó un arma, dedicó su vida a la docencia de la educación física. Desde la academia se puso a diseñar e impulsar políticas públicas para darle mayor importancia a las prácticas deportivas en los colegios y universidades, con el fin de tener una mejor y más saludable sociedad.
Para Chinchilla era muy importante trabajar en el deporte desde las bases; tarea que le puso a la nueva ministra Astrid Bibiana Rodríguez, como colega y subalterna suya en la Universidad Pedagógica, donde la hoy criticada ministra conoció al profesor Chinchilla, primero cómo profesor suyo en las aulas de la calle 72, luego como colega docente en colegios públicos y luego como compañero catedrático de la misma Pedagógica. Chinchilla y Astrid Rodríguez también compartieron investigaciones sobre educación física, administración del deporte y políticas deportivas que han sido la base para normas, decretos y leyes en la materia.
Dicho por el mismo Gustavo Petro cuando posesionó a Astrid Bibiana Rodríguez como ministra, el ‘profe’ Víctor Chinchilla, fue un apasionado por la defensa del deporte, bandera que la hoy cuestionada ministra, en honor a su mentor, debe defender y mover cielo y tierra para recuperar la pérdida de Colombia como sede de los panamericanos, error que le tiene un pie afuera del ministerio.