¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres
Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad
El desamparado desecho de vuestras rebosantes playas
Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mí
¡Yo elevo mi faro detrás de la puerta dorada!
— Emma Lazarus, The New Colossus
¿Cuál es la intención de esta inscripción en la base de la Estatua de la Libertad?
Para mí siempre ha sido una invitación a abrazar un país que ofrece la libertad para perseguir un sueño, alcanzar un mejor nivel de vida, y poder vivir en un ambiente que ofrece oportunidad de empleo, educación, libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de opresión.
Estoy segura de que los casi doce millones de inmigrantes ilegales que actualmente viven en los Estados Unidos y que llegaron buscando todas las maravillas que el país ofrecía, cuando se dieron cuenta de que la inscripción en la base de la estatua no era para ellos, sino para personas adineradas dispuestas a hacer grandes inversiones, estudiantes de postgrado, empleados de multinacionales, decidieron que aún querían alcanzar su sueño y se vieron forzados a hacerlo con un muy bajo perfil... el de inmigrantes ilegales.
No existe fórmula para barrer doce millones de personas bajo la alfombra ni tampoco la forma de regresarlos a sus países de origen sin causar un tsunami en Estados Unidos. Se les debe ofrecer la oportunidad de convertirse en personas reales y dejar de ser seres anónimos, de recibir el pago y los beneficios por trabajar y respetar la ley. Los legisladores deben comenzar a pavimentar el camino para que esto se convierta en una realidad. De lo contrario, la Estatua de la Libertad se debe retirar y olvidar como el símbolo de lo que fue.
Aparece, con el presidente Biden, una esperanza para muchos jóvenes que llegaron cuando niños y que no conocen otra patria, otro idioma, otras costumbres.
La estatua se llena de luces y Ellis Island contempla sus recuerdos...
¿Y qué sigue ahora? La necesidad urgente de estimular la inversión y el apoyo real y continuo a los países donde la pobreza y la opresión son el pan de cada día, incrementando todas las posibilidades para que aquellos que sueñan con una vida mejor tengan la oportunidad de hacerlo desde su propio terruño.