Se cumplen 16 días desde que empezó el Paro Nacional sin lograrse una normalidad en la capital del Valle, sobre todo el sistema de transporte público que sigue sin recuperarse y es el medio de transporte para los trabajadores. Esta es una de las variables claves para permitir que los negocios se activen.
Según Esteban Piedrahita Uribe, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, las implicaciones del Paro mantienen inoperativas el 41,3% de las 1.708 empresas afiliadas a su portafolio institucional, mientras que un 47,2% adicional reportó estar en operaciones parciales con una utilización de capacidad instalada funcional que, en promedio, alcanza solo el 39,9% de productividad. El 86.5% de la totalidad de estas ha reportado deterioro en la competitividad por la incapacidad de sus empleados de movilizarse hacia sus lugares de trabajo y el 26,2% indicó que redujo el número de trabajadores en sus nóminas a raíz del Paro.
El ejercicio del derecho a la protesta en Cali fracasó en su responsabilidad de proteger a las empresas de las afectaciones que fueran más allá de una movilización pacífica. De las 110 empresas que reportaron afectaciones por actos vandálicos ocurridos en la ciudad desde el pasado 28 de abril, sólo el 30.1% de estas contaban con un tipo de aseguramiento para amortiguar las pérdidas económicas por concepto de agresiones a su infraestructura las cuales superan los 70 mil millones de pesos. En dichas cifras no figuran los pequeños negocios desarticulados de la Camara de Comercio que también sufrieron saqueos y vandalismo. Una derrota coyuntural para una sociedad cuyo gremio es fuente de trabajo para más del 75% de sus habitantes.
Contrario a la narrativa instaurada en algunos de los más radicales sectores del paro nacional, que entienden al sector empresarial como directo e indirecto responsable de las medidas tributarias a las que las movilizaciones salieron a rechazar, este fue uno de los más proactivos y prestos al dialogo en la articulación de propuestas al gobierno de Iván Duque tras caído el proyecto de Carrasquilla.
El pasado 2 de mayo, cuando ya era un hecho que no iba más la reforma tributaria y el exministro de Hacienda renunciaba a su cargo, Bruce Mac Master, fue el primero en pronunciarse en nombre de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia- Andi, la cual preside, con un llamado a la concertación reconociendo una oportunidad en el reversazo del gobierno Duque el cual destacó como una decisión valiente.
“¡Cóbrennos a nosotros!” titulaba la entrevista en la que Mac Master habló por primera vez de la contrapropuesta presentada por el gremio empresarial al gobierno Duque el 6 de mayo cuando el Paro Nacional cumplía una semana. En claro dejó la voluntad del sector empresarial colombiano de cubrir en gran parte el hueco fiscal con un nuevo proyecto que buscaba blindar a la clase media de nuevos impuestos.
De hecho, según lo confirmó el Senador Gustavo Petro, la Andi ya había coincidido en la propuesta de salida económica en el marco de la pandemia que incluía derogar la reforma tributaria del gobierno aprobada en 2019 y que fue presentada en el congreso y ante el gobierno por los sectores políticos de oposición.
En Cali, el gremio de empresarios ha participado activamente en las mesas de negociación con las diferentes autoridades del paro para el levantamiento de bloqueos que descongestionen las cadenas de producción y se reactive la economía. Sin embargo, el pliego de peticiones por parte de los sectores sociales que se mantienen en las calles exigen medidas que garanticen mayores oportunidades de trabajo en diferentes regiones del Valle, una capacidad del sector privado que se ha visto particularmente golpeada por los bloqueos del Paro y cuya recuperación depende de la normalización en las dinámicas de libre mercado que estos han logrado interrumpir.
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