Esto tras el hundimiento en el Congreso del proyecto que buscaba eliminar la casa por cárcel a los servidores públicos corruptos.
En el recinto nadie asume la responsabilidad de lo sucedido, el Senado culpa a la Cámara y viceversa; lo cierto es que no hubo voluntad política de parte de nuestros congresistas.
Todo esto mientras el país entero tenía su atención en los 90 minutos del partido de Colombia contra Qatar en la Copa América, en ese instante en el Congreso sucedieron una serie de hechos desafortunados que llevaron al hundimiento del proyecto de la Fiscalía que buscaba eliminar el beneficio de la casa por cárcel.
Este tipo de acontecimientos son bastante vergonzosos, irritantes y hasta triste, en un país que atraviesa un posconflicto en el que se requiere la unión y confianza entre sus ciudadanos e instituciones en aras de fortalecernos como sociedad.
Esta iniciativa a la que se le agregaron puntos del paquete anticorrupción fue radicada el 20 de julio del 2017 y tenía plazo hasta esta legislatura para ver la luz verde. Pese a que fue aprobado en Senado y Cámara, la falta del documento de conciliación que no logró ser radicado a tiempo por una confusión del representante asignado para esta tarea, generó su hundimiento a un día de que el Parlamento saliera de vacaciones.
Por un lado, desde el Congreso aseguran que el fracaso del proyecto se debió a una serie de coincidencias y malentendidos en el que figura un “falso” conciliador, el representante del Centro Democrático Gabriel Vallejo.
En su defensa, el representante uribista dice que un asesor del Ministerio del Interior lo llamó, razón por la cual “confundió” la conciliación de un proyecto panelero con la del estatuto anticorrupción.
Sin embargo, la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez manifiesta que el gobierno está indignado con la decisión de que no se haya podido sacar adelante este proyecto. Así mismo, la jefe de la cartera política aseguró que una persona de Secretaría de Cámara dijo que Vallejo era el conciliador.
Por su parte, el presidente Iván Duque ha manifestado su descontento tras lo ocurrido y dijo que radicará el próximo 20 de julio con mensaje de urgencia un nuevo proyecto anticorrupción para eliminar la casa por cárcel para los corruptos.
Finalmente, ¿quién le cree a Duque? Un mandatario que hasta el momento no muestra señales de confianza y mucho menos de cumplir con su palabra o promesas de campaña como por ejemplo, no querer acabar con la JEP. Pero el punto es que el presidente deberá hacer respetar al igual que nuestros legisladores los más de 11 millones de colombianos que votamos la pasada consulta anticorrupción y con la que esperamos en parte pueda poner en cintura a quienes quieren saquear las arcas del Estado y salir bien librados en el intento.