El gol que nos metieron las comercializadoras de estos ingeniosos aparatos fue mejor que el famoso de Maradona en 1986.
Y lo lograron a punta de imagen. Los delgados cigarrillos con luces azules, el potente humo vaporizado con olores y sabores atractivos y lo mejor: la gran mentira de que sirven para dejar de fumar o que no causan adicción fueron los elementos que usaron para invadir el vacío que con tanto esfuerzo había ido dejando el cigarrillo por sus comprobados nocivos efectos para la salud.
Son unos genios. La publicidad ahora está dirigida a los más vulnerables: a los jóvenes adolescentes que por la naturaleza de la etapa en la que se encuentran son más proclives a comprar la fantasía del humo de colores, el olor a manjares y la mentirosa idea de que no le están haciendo ningún mal a su glorioso cuerpo. Pero una vez lo usan, dejarlo es imposible.
He visto los videos posteados en las redes sociales más visitadas por estos jovencitos. Instagram y Snapchat han sido las escogidas. Videos de niñas y niños en la pubertad que muestran su amplio conocimiento en el manejo de estos atractivos aparatos digitales con los que hacen toda clase de figuras con humo de colores. Humo que desaparece además sin dejar ningún rastro. Se pueden esconder en cualquier parte. Vienen en forma de plumas o esferos, memorias digitales. Son delgados y hasta bonitos. Se pueden cargar con la batería del computador o con cualquiera de los cables que se usan para cargar los teléfonos celulares. Se les llama drops, juuls, cigarrillos digitales, en fin.
Pero resulta que si son nocivos porque algunos de los líquidos que se utilizan contienen hasta 50 miligramos de nicotina (con un cigarrillo tradicional se ingieren 20 miligramos). La nicotina es tremendamente adictiva y genera en quien lo consume una especie de high con el que se alcanzan a marear un poco. Entre más nicotina un mayor efecto. Según recientes estudios médicos estos elementos interfieren con el desarrollo del cerebro causando cambios en los procesos relacionados con la atención y la memoria.
Algunos de los líquidos que se utilizan contienen hasta ¡50 miligramos de nicotina!
Algunos de los líquidos además pueden contener marihuana y otros elementos que aun no han sido examinados a cabalidad. Pero que con seguridad tienen efectos no deseados en la salud.
Hoy en día, casi 12 años después de la primera aparición de estos cigarrillos, muchos especialistas aseguran incluso que no ayudan a los fumadores a dejar el cigarrillo. Por el contrario, los jóvenes que lo han usado tienden a pasar de este al cigarrillo tradicional. Esto significa que en vez de estar bajando los números de adictos al cigarrillo los está aumentando, sobre todo entre los más jóvenes. Una nueva y radiante generación de fumadores. Un nuevo grupo similar al que en los 40 y 50 cayeron en la hermosa trampa del hombre Marlboro.
Dicen algunos estudios que el uso continuo de estos aparatos afecta la capacidad de los pulmones de combatir bacterias y alérgenos que pueden envenenar las vías respiratorias, causando daños irreversibles, mucho más en jóvenes entre los 15 y los 21 años que no han terminado de crecer.
En Estados Unidos el famoso vaping, que es la manera como le llaman los jóvenes a el método como se consume esta nueva droga, es ya considerado una epidemia nacional.
Y como pasa en muchas ocasiones, no ha sido fácil contrarrestar su fama con los mensajes que hasta ahora empiezan a salir sobre los daños, los efectos en la salud y la adicción que están generando. De hecho hay cosas que aún no se saben a ciencia cierta: No hay conclusiones sobre el efecto de los químicos que le ponen a las sustancias para conseguir los sabores y los olores que tanto atraen a los jóvenes. Se cree que puede haber elementos cancerígenos. Se habla también de la relación del uso de estos aparatos con el desarrollo de la Enfermedad Obstructiva Crónica o EPOC que se traduce en la alta disminución de la capacidad pulmonar porque las vías respiratorias se bloquean al punto de impedir la respiración normal de quienes la padecen.
Los doctores recomiendan hablar con los niños sobre el tema, así como se habla con ellos sobre las drogas o el alcohol. Dada su popularidad en las redes, quienes ya tienen acceso a teléfonos móviles, con seguridad se han visto expuestos a las imágenes y mensajes sobre lo novedoso y atractivo que pueden ser estos aparaticos.
Lo dicho, un golazo casi tan impactante como el de Maradona en 1986.