El gobierno del presidente Santos ha contado prioritariamente con el apoyo del partido Democráta en Washington, mientras los buenos amigos de Uribe son congresistas republicanos. Para salirle al paso al huracán que se viene con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Santos ha empezado a moverse. Buscó al general (r) Rosso José Serrano quien tiene viejos amigos con los rojos norteamericanos. Rosso José, desde la dirección de la Policía fue clave en la implementación del capítulo de lucha contra el narcotráfico del Plan Colombia y luego sostuvo relaciones alrededor del mismo tema desde la embajada en Vienna, Austria, donde tiene asiento la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito.
Congresistas Republicanos que ostentan la mayoría en el Senado y forman parte del partido del presidente Trump, madrugaron a contactar al presidente Uribe. Es su aliado en Colombia. Marco Rubio, Mario Diaz-Balart, y el representante por Florida, Carlos Cúrvelo, entre otros se han comunicado con el expresidente y han ratificado la simpatía del republicana con las tesis de su gobierno y sus posiciones en aspectos de interés común como el proceso de paz con las Farc.
El gobierno sabe que la victoria de Trump implica otra dinámica en las relaciones con Washington y en esa dirección se está moviendo con el embajador Juan Carlos Pinzón y con refuerzos como el general Roso José Serrano, para allanar terreno en las filas Republicanas.