La mítica profesora de Harvard June Carolyn Erlik estaba en Colombia promocionando Desastres Naturales, su último libro, cuando la despertó, como a tantos otros millones de colombianos, el terremoto del viernes pasado. Inmediatamente se dio cuenta de los problemas que tendría un país tan infeliz como este a la hora de responder a un siniestro. La gente no está preparada, no sabía si tenía que ir por la escalera, el elevador o saltar por la ventana. Ese pánico que todos sentimos era el reflejo de la ignorancia que teníamos al no saber cómo responder.
Erlik ha visto los dientes del monstruo. Estuvo en Managua tres años después del terremoto de diciembre de 1972 y se dio cuenta que todavía, en las calles de la capital de Nicaragua, había escombros. Y eso que Bianca, la esposa de Mick Jagger, convenció a su esposo para que viajara a Nicaragua y cantar por los muertos, ayudar a la gente que quedó sin nada. El problema, para estos países tan lejanos de Dios, es que no existe un medio para canalizar las ayudas que llegan de todas partes del mundo buscando reconstruir el desastre. Ni a largo plazo ni a corto porque nada más hay que recordar lo que pasó en Armero con niños como Omayra Sánchez: nunca se consiguió una motobomba para drenar el agua y salva la vida de las pequeñas.
En esta entrevista la reportera norteamericana nos da su visión del apocalipsis: