Han sido los meses más duros para los colombianos, no sólo por los casi sesenta mil muertos que deja la pandemia en Colombia sino por la cantidad de compatriotas que han perdido empleos, negocios de toda la vida, posibilidades de crecer, etc. Duque paralizó al país en marzo del 2020 y había dicho que ayudaría a los empresarios colombianos pero sólo ayudó a los de siempre, a los grupos económicos grandes, los que financian campaña. Los Gilisnki, dueños de Semana, Sarmiento Angulo, propietario de El Tiempo, Santodomingos y los Ardila.
Una de las empresas que habrían recibido apoyo del gobierno durante la pandemia fue Win Sports, el promocionadísimo canal que nos quitó a los pobres la posibilidad de ver partidos de fútbol colombiano y que está acabando con él porque, si nadie ve los partidos, ¿cómo consiguen patrocinios? Mientras nosotros los pobres de este país tenemos que resistir como sea y rogamos por un préstamo para que nuestras microempresas no mueran, Win y sus propietarios, los Ardila, reciben plata para pagarle a unos periodistas que hacen mesas redondas para analizar partidos de fútbol colombiano, donde la mayoría de partidos terminan en empates sin goles.
Sigan subestimando de esta manera nuestra inteligencia y los castigaremos no votando por los mismos de siempre. Es una verdadera ofensa saber que el gobierno apoya a las grandes empresas del país, los herederos, los banqueros, los delfines, los que saquean, los que humillan, los que mandan, los que han convertido este país en un albañal, sólo para no quedarle mal a los dueños del país. Cada vez la realidad me repugna mas.