-No elegibilidad mientras se cumplen penas;
-Eliminar el narcotráfico como conexo al delito político;
-Asegurar que no haya interpretaciones de Bloque de Constitucionalidad o de Supraconstitucionalidad, esto es, que el Acuerdo no entre a la Constitución;
-Encontrar una solución humanitaria a los familiares de los secuestrados, y garantizar la liberación de los niños;
-Garantizar los derechos de la mujer sin confusiones derivadas del enfoque de género;
-Atender las preocupaciones de los integrantes de las Fuerzas Armadas, que requieren la más próxima libertad y el derecho de buscar la restitución de la honra;El Gobierno nos ha dicho que estos temas no son revisables. Solamente propone un Acuerdo de Implementación en el Congreso, que no permitiría modificar los anteriores aspectos, fundamentales para el presente y futuro de nuestra democracia.Nuestra insistencia en el Acuerdo Nacional debería incluir a los partidos, a la Justicia, al Vicepresidente de la República, a la reserva activa de las Fuerzas Armadas, y a los diversos sectores sociales y religiosos.Hemos reconocido aquellos puntos en los cuales ha habido avances y algunos temas que podrían tener algunos ajustes en el Congreso.
Sin embargo, sin las reformas de los temas enumerados, el Acuerdo de Gobierno y FARC, es apenas un retoque del Acuerdo rechazado por los ciudadanos.
Reiteramos toda nuestra disposición de ayudar a la adopción de las medidas que mantengan y consoliden el cese de violencia con FARC, y den protección a sus integrantes.
Tenemos toda la disposición de dialogar con el Gobierno y la FARC sobre las modificaciones en los temas referidos. Para este diálogo proponemos aprovechar la presencia en Bogotá de los líderes de la FARC.
Es fundamental afirmar que se requiere refrendación del pueblo colombiano, sobre la totalidad del Acuerdo entre FARC y Gobierno, o sobre los puntos referidos de desacuerdo.
Bogotá, 21 de noviembre se 2016.