La orden de captura contra Aníbal Gaviria que solicitó la Fiscalía condujo a una crisis en Antioquia, que llevó al nombramiento como encargado de Luis Fernando Suárez Vélez. El funcionario, que ya había reemplazado en dos oportunidades a Gaviria, era el Secretario de Gobierno departamental.
Como tal, sus primeros 45 días al mando se han dedicado a contrarrestar una grave crisis con el aumento disparado de contagios de covid, que ya no solo afecta a las UCI sino incluso, como lo ha advertido el propio gobernador, la disponibilidad de oxígeno para las clínicas y hogares del departamento. Los contagios completaron una semana por encima de los 3.500 y los fallecimientos por encima de los 100 diarios.
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— Luis Fernando Suárez Vélez (@LuisFSuarezV) April 26, 2021
Para el odontólogo y epidemiólogo nacido en 1965, este es su mayor desafío. Suárez Vélez ha sido un hombre muy cercano a Aníbal Gaviria desde su paso por la Alcaldía de Medellín, cuando fue su secretario de Gobierno durante todo su mandato, de enero de 2012 a diciembre de 2015. Además fue vicealcalde de Gobernabilidad, secretario privado y alcalde encargado durante distintas ausencias.
Con su segunda elección, Aníbal Gaviria llevó como secretario de Gobierno a Suárez, quien también se desempeñó como gerente del Hospital Mental de Antioquia y director de Seguridad Social en la Dirección Seccional de Salud del departamento.
Ya había tenido que reemplazar durante tres meses a Gaviria, luego de que el gobernador electo fuera suspendido por el fiscal Francisco Barbosa. La entidad había ordenado su detención como parte de una investigación por presunta corrupción en el mantenimiento de la Troncal de la Paz durante su primer mandato, entre 2004 y 2007. Suárez estuvo como gobernador encargado del 6 de junio al 17 de octubre de 2020, cuando Gaviria logró apelar su detención domiciliaria.
Volvió a ocupar la gobernación encargada el pasado 3 de marzo, cuando fue posesionado por el presidente Iván Duque. En ambos casos, el jefe de Estado advirtió que su administración sería provisional, hasta que los partidos Liberal, de la U, Verde y Cambio Radical, que apoyaron la aspiración de Gaviria, enviaran la terna para determinar su reemplazo. Mientras tanto, Suárez debe afrontar la gravísima situación del tercer pico de la pandemia en su departamento.
La falta de capacidad de camas de cuidados intensivos en Medellín, el Área Metropolitana y el Oriente del departamento ha puesto a los antioqueños en una grave crisis. Casi un mes de ocupación en las UCI superior al 85% ha tenido en riesgo a los antioqueños, que se han enfrentado en sus hospitales al “triage ético”, la decisión de quién debe pasar por una cama UCI entre los centenares de enfermos que hacen fila.
A pesar de sus conocimientos como epidemiólogo, la magnitud de la crisis no ha podido ser controlada en el departamento. Tanto Suárez como la secretaria de Salud, Lina Bustamante, han tenido dificultades. No ayudó que Bustamante se fuera de vacaciones durante Semana Santa a Cancún con su esposo, el presidente de la Cámara de Representantes Germán Blanco; esto obligó a que la alerta roja hospitalaria que se decretó el 26 de marzo y que no ha sido levantada fuera firmada por su subsecretaria, Natalia Montoya.