Una de las poblaciones más visitadas en Antioquia es Guatapé. Situada a 80 kilómetros de Medellín, aproximadamente un poco más de una hora, en el oriente del Departamento, tiene una impactante historia para contar, que está siendo conocida por los visitantes que llegan diariamente atraídos por las fotografías de miles de viajeros en el embalse de Guatapé que dejan testimonio de su belleza en las redes sociales.
Gran parte de las personas que visitan el municipio de Guatapé van movidos por la increíble vista que brinda el peñol de la represa y aunque muchos piensan que esto se trata de una obra de la naturaleza, lo cierto es que es un cuerpo de agua creado por la intervención humana.
El Embalse de Guatapé: De Proyecto Hidroeléctrico a Ícono Turístico
En 1714, los indígenas de Guatape de esta región fueron agrupados en un resguardo conocido como San Antonio de Remolinos de El Peñol. Quedaron como vestigios de su existencia algunas urnas funerarias de barro halladas en la localidad de nombre Alto Verde, y en varios sitios arqueológicos aún no estudiados, en las veredas La Peña, La Piedra, El Roble y El Rosario.
Concebido en la década de 1970 como un proyecto de desarrollo, la construcción del embalse se planteó como la solución para generar energía hidroeléctrica para la región. Sin embargo, su impacto social y cultural fue significativo; requirió la demolición del casco urbano original de El Peñol y el desplazamiento de varias viviendas rurales.
Los habitantes de los municipios de El Peñol y de Guatapé, asentamientos ubicados en las montañas de los Andes, jamás pensaron que tendrían que migrar con sus pertenencias, sus vivencias y experiencias en una maleta al hombro y en medio del agua. La mayoría eran familias campesinas que durante generaciones, casi por más de 200 años, habían estado en el mismo lugar y de un momento a otro sus planes y estilos de vida tuvieron que ser cambiados ante la creación de la represa de Guatapé. Años de historia y cultura habían sido movidos completamente para la construcción de un cuerpo de agua artificial que más adelante sería conocido como un destino turistico imperdible en el departamento.
Los habitantes de El Peñol y Guatapé fueron testigos de un proyecto hidroeléctrico que se presentó en 1970 como el gran plan de desarrollo para el Departamento de Antioquia y también para gran parte del país. La creación de la represa de Guatapé estuvo a cargo de las Empresas Públicas de Medellín y para la construcción del gran complejo hidroeléctrico se inundaron 2.262 hectáreas, de acuerdo a lo descrito en la página del municipio de Guatapé.
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Según el Museo Histórico de El Peñol, el ingeniero Jorge Villa estudió el caudal del río Nare, señaló sus desniveles e identificó el provecho económico que podía sacarse a través de una represa. Después de analizar otras alternativas, entre ellas San Jerónimo y Ebéjico, Villa concluyó que la mejor opción era represar las aguas en el valle de El Peñol y Alejandría, municipios del Oriente antioqueño.
En 1969, se firmó el Contrato Maestro en el que acordaron, junto con la alcaldía de El Peñol, bajo 288 cláusulas, la inundación completa del pueblo para comenzar obras y así, construir la hidroeléctrica. De acuerdo con el periódico estudiantil Nexos, el proyecto se valoró en 45 millones de dólares.
El primer embalse se llenó en 32 días, los objetivos planteados se estaban cumpliendo, se iban a aprovechar las aguas del río para fines económicos mientras el caudal se llevaba consigo las lagrimas de los habitantes que habían tenido que dejar atrás sus casas.
El 21 de junio de 1978, la fachada del antiguo templo católico fue detonada con 300 cargas de dinamita. Era la única construcción que estaba proyectada para quedarse en pie. Si fuera así, aún se verían las dos cúpulas sobre la superficie. En cambio, hay una columna delgada en la que corona una cruz hecha de metal que sirve como punto de referencia para indicar dónde están las ruinas.
A pesar de las dificultades que supuso la reubicación de un municipio, esta población de poco más de ocho mil habitantes ha sabido renacer, haciendo de este lugar, uno de los más apetecidos por los visitantes nacionales y extranjeros.
Entre los elementos culturales más representativos del municipio están los zócalos, los cuales muchos fueron hechos en los primeros años del siglo XX, y que aun se conservan en las fachadas de las casa del pueblo; también se pueden encontrar nuevos modelos de estos zócalos que relatan diferentes tramos de la historia indígena y de la colonización antioqueña. Un lugar representativo del pueblo es la calle conocida como de "los recuerdos".
La cercanía al embalse da a los turistas la posibilidad de realizar deportes acuáticos, mientras que la vegetación de bosque que rodea el municipio permite que actividades como el senderismo, el ciclo montañismo y las cabalgatas sean muy populares.
Entra las muchas actividades que ofrece este destino, la Piedra del Peñol es una de las más atractivas, una enorme roca monolítica que se eleva a más de 200 metros sobre el nivel del embalse. Subir esta piedra es una experiencia emocionante que ofrece una vista panorámica impresionante del embalse y sus alrededores, lo que la convierte en un punto obligado para los turistas que visitan la zona.
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