El café sigue siendo en Colombia el renglón agrícola más importante en la economía nacional, actividad dinamizadora y estabilizadora de la Colombia rural presente en más de 500 municipios a lo largo y ancho de nuestro territorio y gran generador de empleo y recursos que dinamizan de la forma más equitativa la economía en general.
El próximo jueves 16 de marzo, los cafeteros de este país conocerán la terna designada por el Comité Nacional para ocupar el cargo de gerente de la Federación Nacional de Cafeteros cargo de vital importancia para el futuro de la caficultura nacional y de mas de 500.000 familias que dependen de esta actividad para su sustento y su estabilidad económica y social.
Después de analizadas 45 hojas de vida al interior del Comité Directivo de la Federación, este determinó que 7 de estas hojas de vida cumplían con los requisitos previamente definidos para poder optar al cargo de gerente, requisitos que garantizan la idoneidad, conocimiento y experiencia para que el sector cafetero del país tenga la tranquilidad que será guiado en estos tiempos trepidantes de la mejor manera.
La economía global hoy es dinámica, cambiante e incierta y el café no se excluye de esta dinámica. Día a día las proyecciones de hacia donde se dirige el mundo del café son menos predecibles, el entorno geopolítico, el cambio climático, la inflación, los hábitos de consumo postpandemia, hacen que la caficultura sea una actividad riesgosa que requiere un conocimiento total desde su cultivo hasta convertirse en un producto terminado en la taza del consumidor final, con todo lo que esto implica: su gente (caficultores), su arraigo, su cultura, su pertenencia, sus experiencias, sus desilusiones, sus necesidades, sus logros, su comercialización y lo más importante su transformación.
Hoy Colombia y el país cafetero necesita un líder en su institución FNC, que conozca y haya vivido cada una de estas etapas, un gerente todoterreno, con arraigo cafetero que interprete el sentir del caficultor de a pie y así mismo que se haya preparado toda su vida para asumir ese rol, con el convencimiento que el café sigue siendo el motor económico y social de este país, y el dinamizador del tejido social en zonas de la Colombia profunda olvidadas por décadas por el estado.
Ese líder que el país cafetero necesita y reclama es Cesar Augusto Echeverry Castaño, un caficultor de cuarta generación, qué ha dedicado toda su vida a prepararse para asumir este reto, un hombre que conoce la caficultura de este país, porque se la ha recorrido de Sur a Norte, porque ha entendido que la caficultura se hace en el campo educando a las nuevas generaciones y que esta sea una forma de vida e independencia económica en un país como el nuestro dónde los jóvenes no quieren el campo.
Un líder que ha representado a los cafeteros en cada uno de sus Comités Departamental y Nacional, un líder que tiene muy claro que para dirigir hay que vivir desde adentro lo que es ser cafetero en este país.
Sus logros académicos e investigativos al frente del parque Tecnológico Tecnicafé garantizan una visión diferente de la caficultura nacional cuyo éxito esta basado en la innovación, como lo expone en cada uno de sus planteamientos:
INNOVACIÓN ORGANIZACIONAL: Un gremio próspero y efectivo, que trabaje para un caficultor empoderado, que toma las mejores decisiones para su desarrollo económico y social, respetando el medio ambiente.
INNOVACIÓN ECONÓMICA: Por la equidad, el progreso y la prosperidad territorial.
INNOVACIÓN AMBIENTAL: Por unos ecosistemas cafeteros fértiles, biodiversos y resilientes al cambio climático para una caficultura con futuro.
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA: Por el logro de un mejor café y una mejor caficultura para el mundo.
Es así como los cafeteros de este país tienen una única oportunidad, para tener al frente de una institución como la FNC un verdadero líder de la entraña cafetera, un todoterreno, que une y lo ratifica en cada una de sus comunicados, en resumen, como lo señalara un caficultor de la vieja guardia, “una persona que pueda recorrer con nosotros el cafetal, pero que se pueda sentar con soltura y tranquilidad a manteles en el quirinal”. ¡Unidos lo podemos todo!
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