Las múltiples recomendaciones al gobierno nacional de organismos internacionales y de analistas económicos, no han servido para que este tome conciencia del desmesurado aumento en el gasto público, que siempre se corrige a través de más endeudamiento.
En lo que va corrido de los dos periodos presidenciales de Juan Manuel Santos, el presupuesto general de la Nación ha aumentado desde el año 2010 (casi 150 Billones) al año 2017 (224 billones), un crecimiento de casi el 50%, se debe anotar aquí que lo que consideramos gasto es lo que más se ha incrementado en este periodo.
Los gastos de personal pasaron de 15,8 billones en 2010 a 26,6 billones en 2017, un incremento del 74,5%, causados por la creación a diestra y siniestra de nuevas entidades del orden nacional.
El servicio de la deuda creció en un 36,2 % en el mismo periodo al pasar de 39,8 billones a 54,3 billones, con una deuda interna compuesta en su mayoría por la deuda interna con un peso casi del 80%, el gobierno se está endeudando al interior del país con tasas más altas de interés y que indirectamente está beneficiando a las entidades financieras del país y a estos sectores que están aliados con el gobierno nacional; se dejó de acudir al mercado externo más barato.
Los ingresos de la nación en el mismo periodo sin incluir deuda crecieron cerca al 75%, pero con el crecimiento desmesurado del gasto, necesariamente obligan al gobierno a tener que endeudarse.
Si analizamos este comportamiento vemos que el gobierno nacional está viviendo al debe y por más reformas tributarias que se apliquen en el país no vamos a mejorar la situación fiscal, sino disminuimos el crecimiento en los gastos y la creación de entidades para que algunos de los amigos del gobierno se crean en su propio reino, vamos, para atrás como el cangrejo.