El gasoducto transcaribeño Antonio Ricaurte, inaugurado en 2007 por los entonces presidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe, sería el más opcionado por el gobierno venezolano de Nicolás Maduro para abastecer de gas a Colombia entre 2025 y 2026. PDVSA no entraría al negocio por las sanciones que tiene de Estados Unidos.
El gasoducto, que está inactivo desde 2015, tiene una infraestructura que va desde Riohacha (en La Guajira) hasta el estado de Zulia (en el occidente de Venezuela). El reciente anuncio de la nombrada ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, destapó la posibilidad de poder contar con estas reservas en caso de que Colombia se quede corta ante la ausencia de nuevas exploraciones, aunque aún no se sabe si la suya es una posición oficial respaldada por el gobierno Petro.