El gobernador de la Florida no está construyendo un muro de barras de acero en la frontera con México como su copartidario Donald Trump, sino un muro legal. Ron DeSantis está armando el proyecto de ley más grande y fuerte contra la inmigración irregular jamás presentado por un Estado, al decir de sus proponentes. Unas medidas tan drásticas que pueden terminar arrasando hasta con los residentes floridanos.
El senador Blaise Ingoglia y el congresista Kiyan Michael, ambos republicanos, presentaron los proyectos en línea con la política migratoria “tolerancia cero” de Trump que hoy promueve de la manera más dura DeSantis. Los habitantes de Florida ya están ampliamente familiarizados con las leyes SB 1718 y HB 1617, que fueron aprobadas por el Senado y esperan pasar en la Cámara. Algo que es perfectamente previsible porque la Cámara de Florida está totalmente dominada por los republicanos- . En unos quinces días - plazo en que es estima la aprobación-
Las medidas son del siguiente tenor: si un ciudadano lleva en su auto a un indocumentado, puede ir a la cárcel porque es considerada una felonía, un crimen de tercer grado castigado con 5 años de prisión, una multa de USD 5.000 y cinco años de libertad condicional. Si el transportado es un menor de 18 años, la pena sube hasta 15 años de prisión y una multa de USD 10.000.
Otro tanto sucede si se alberga en la casa a un indocumentado. Cárcel por casa. Las identificaciones válidas otorgadas por otros estados no tienen vigencia en la Florida. Y en caso de que fuere necesario acudir a un hospital, estos tienen que reportar la atención de extranjeros indocumentados, y mandar el consolidado trimestralmente al Departamento de Salud del estado.
Ron DeSantis está armando el proyecto de ley más grande y fuerte contra los indocumentados
Para los empleadores las penas son muy duras. Contratar un indocumentado puede significar la cancelación de la licencia de funcionamiento, por no cumplir los requisitos del programa federal E-Veryf, que un sistema administrado por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos para empresas empleadoras, cuyo uso no es obligatorio, pero que ahora pasaría a serlo. Una reincidencia acarreará perder la licencia de la empresa de por vida.
Ejercer la carrera de Derecho será imposible para muchos. Los llamados dreamers que llegaron indocumentados siendo niños y están amparados por DACA (Acción diferida para los llegados en la infancia) no serán admitidos por el Colegio de Abogados de Florida. Se acaban las exenciones de cuotas de matrícula para estudiantes inmigrantes irregulares.
SPLC Action Fund, una organización que vela por los derechos humanos y que está afiliada al Southern Poverty Law Center, una ONG progresista de defensa de los derechos civiles, ha sido una de las primeras en alzar la voz. El abogado de esa organización puso el dedo en la llaga: “Nuestra familia, amigos y vecinos correrán el riesgo de ser acusados de un delito grave por llevar a cabo su vida cotidiana, como transportar a un niño del vecindario a la práctica de fútbol o que un abogado lleve a su cliente a la corte de inmigración. Si se aprueba, esta ley privaría a los floridanos de la libertad de moverse libremente por el estado”.
Otros lo ponen así: esta ley no solo criminalizaría a los indocumentados en Florida, sino también a los ciudadanos estadounidenses, ya que estar con alguien sin papeles se castigaría de la misma manera que a los que poseen drogas o roban vehículos.
DeSantis no se detiene en su empeño. Al inicio de la legislatura estatal, que empezó el 7 de marzo, aseguró que la cuestión migratoria sería uno de los aspectos más importantes que abordaría desde ese momento. Y a las críticas responde que está utilizando “todas las herramientas disponibles para proteger a nuestros ciudadanos de las políticas de fronteras abiertas de (Joe) Biden”.
Dos aviones con migrantes fueron enviados desde Florida a un lugar de vacaciones de millonarios
Precisamente, para aumentar la presión sobre Biden el 14 de septiembre pasado envió dos aviones de migrantes a Martha's Vineyard, un exclusivo lugar de vacaciones de celebridades y millonarios. Alrededor de medio centenar de migrantes, en su mayoría venezolanos, llegaron por sorpresa al aeropuerto de la lujosa isla enclavada en Massachusetts y fueron alojados en una iglesia protestante. Desde la oficina de DeSantis, explicaron que los vuelos fueron para "transportar a los inmigrantes ilegales a destinos santuarios", como Massachusetts, Nueva York y California, gobernados por demócratas que protegen de la deportación a los indocumentados.
Desde febrero esa práctica tiene sello legal porque el Parlamento del Estado aprobó una ley que permite el traslado de inmigrantes ilegales desde cualquier lugar a otras regiones del país.
La llegada de extranjeros a Florida ha ido en aumento. De acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos (US Census Bureau), en 2022 el estado totalizó 22,244,823 habitantes, 2 % más que en 2021, convirtiéndose en el de mayor crecimiento, lo cual se explica principalmente por la migración, legal o ilegal. El estado ha presenciado en los últimos seis meses una ola de inmigrantes, primordialmente cubanos, en precarias embarcaciones, en número similar al de los doce meses anteriores, según la guardia costera.
Los colombianos son el segundo grupo latinoamericano e hispano más numeroso e importante de todo el estado, después de los cubanos. 1'208.953 colombianos viven allí, cerca de 705.291 en el Área metropolitana del Sur de la Florida, 208.612 en Orlando y 122.318 en Tampa.
A las inusuales y drásticas medidas del gobernador Desantis se están oponiendo no solo grupos como American Friends Service, que ayuda a los migrantes en el sur de la Florida o Hope Community Center, o grupos religiosos respaldados por la Iglesia católica. También los dueños de negocios.
En Florida hay escasez de mano de obra y los empresarios se sienten maniatados por la nueva ley para contratar
En Florida hay escasez de mano de obra, dicen expertos. En todo el país también. En septiembre del año pasado, según la Oficina de Estadísticas Laborales había 11,2 millones de vacantes de empleo en EE. UU. La inmigración disminuyó durante la presidencia de Donald Trump —y se detuvo casi totalmente durante los 18 meses de la pandemia de coronavirus, el país descubre ahora que hay una escasez de mano de obra debida en parte a esas talanqueras.
El sector agrícola, que es la segunda área económica de Florida, después del turismo, ha dependido durante mucho tiempo de la mano de obra extranjera y de los programas de visas. Los dos sectores ofrecen salarios relativamente bajos, lo que dificulta atraer trabajadores en un mercado laboral competitivo. El sector hotelero y de ocio paga un promedio de USD 20 por hora, mientras que los trabajadores agrícolas ganan en promedio USD 18 la hora. En el caso de la construcción, el salario promedio de USD 35 por hora no es el problema: es una fuerza laboral que ha envejecido. La edad promedio de un trabajador de la construcción es de 55 años y se jubila a los 62.
Empresarios estarían dispuestos a contratar solicitantes de asilo para paliar la escasez de mano de obra. Ellos pueden trabajar legalmente mientras se resuelve su caso y pedir permisos de trabajo, un proceso que suele demorar seis meses.
Trump y DeSantis disputan candidatura republicana 2024 apostando quién es más duro contra la inmigración
Quienes defienden la política de DeSantis argumentan que solo está haciendo es cumplir lo dicho en su reelección de noviembre pasado. Otros creen firmemente que detrás de ella está su candidatura presidencial en las elecciones de 2024 por el partido republicano. Su rival sería el expresidente Donald Trump. Por eso creen que su idea es atraer el ala más conservadora del partido con esta legislación. Apuesta dura y arriesgada.
