La victoria de Gustavo Petro, sin duda, representó para la izquierda colombiana un hito sin precedentes. Más en un país en donde parte de la izquierda política levantó sus armas contra el Estado y otro sector de la derecha eligió el camino del exterminio hacia sectores de la izquierda democrática como la Unión Patriótica. Ahora bien, consumado este triunfo para la izquierda, el futuro es incierto. Es cada vez más claro que la configuración del Pacto Histórico como coalición solamente respondió a la coyuntura particular del proyecto político representado por Gustavo Petro ¿Es posible pensar en una coalición de izquierdas para 2026? ¿Quién representará y liderará la izquierda colombiana en el futuro?
“Me llamo Gustavo Petro, y soy su presidente”. Así inició el discurso del primer presidente abiertamente de izquierda en ser elegido presidente de Colombia. Esa frase resume la trayectoria de un líder que puso la mira en el cargo público más importante del país. Tres elecciones y una curva de aprendizaje acompañaron a Petro a la Casa de Nariño. A diferencia de 2010 y 2018, el ahora presidente entendió que necesitaba una bancada fuerte en el Congreso de la República, así como el apoyo de varios movimientos sociales y del establecimiento político. Es así como una coalición inédita de movimientos y partidos de izquierda terminó configurándose: el Pacto Histórico.
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La coalición de partidos del Pacto Histórico parece tener fecha de caducidad
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Ahora bien, esta coalición de partidos parece tener fecha de caducidad. Mas allá de la presidencia de Gustavo Petro, es difícil proyectar que el Pacto Histórico logre mantenerse. Las tensiones que han emergido entre distintos congresistas y partidos de la colectividad auguran un futuro difícil. Si algo tan básico y elemental como elección de comisiones en el Congreso suscita disputas publicas entre miembros de esta coalición, otras discusiones más complejas pueden suscitar rupturas irremediables. Sumado a esto, en este momento no existe un liderazgo en la izquierda que logre aglutinar tantos sectores como el presidente Petro. Siendo una coalición coyuntural, la izquierda ha hecho poco por cultivar liderazgos de mediano y largo plazo.
¿Quién representará a la izquierda en 2026? ¿Quién logrará aglutinar a la izquierda? El primer nombre que surge entre la baraja es Francia Márquez. La actual vicepresidenta, desde su cargo, puede construir el camino para levantar las banderas de la izquierda. El problema con la vicepresidenta Márquez es que, a priori, tendría dificultades serias en poder aglutinar algunos sectores, especialmente aquellos más cercanos a estructuras políticas tradicionales. Esto puede generar serias dificultades electorales, en cuanto las fortalezas electorales de la izquierda al nivel presidencial están sobre ambas costas (ver el artículo que escribimos con Andrés Sampayo ). El reto que tendría la vicepresidenta, o cualquier otra persona que asuma el liderazgo de este espectro político, es el de poder sostener el capital político cimentado en algunas regiones que, a nivel subnacional, son dominadas por partidos tradicionales.
La izquierda logró un hito sin precedentes en este periodo electoral. No obstante, el futuro de esta izquierda consolidada es incierto. El Pacto Histórico surgió como una coalición coyuntural, que respondió principalmente al proyecto político que ha construido Gustavo Petro en estos últimos 12 años. No es claro quién podría reemplazar este liderazgo. Existen nombres como el de la vicepresidenta Francia Márquez. No obstante, hay unos retos y dificultades enormes del orden electoral que son difícilmente solucionables sin Gustavo Petro en el panorama