Nadie podría conocer mejor los entresijos de la administración de Alejandro Char en Barranquilla que su exasesor, Héctor Amaris, mejor conocido como el Oso Yogui. Él es una de las 20 personas llamadas por la Corte Suprema de Justicia a declarar en el proceso que se le sigue a Arturo Char por presunta compra de votos.
Días antes de que la Corte emitiera la orden de captura internacional contra el expresidente del Senado, Amaris había pedido asilo en Estados Unidos. En este momento, vive en Miami. El Oso Yogui es señalado de recibir coimas entregadas por contratistas a Alex Char como la declarada por el ahora candidato a la Alcaldía de Barranquilla, Luis Enrique Guzmán Chams, por 2.000 millones de pesos en el sonado caso del megatanque.
El nombre de Héctor Amaris también ha estado en la palestra por el escándalo de corrupción que desangró la empresa de servicios públicos barranquillera Triple A. Su padre, quien era miembro de seguridad de la empresa, Héctor Amaris Piñeras, fue procesado y condenado por haber recibido una maleta llena de dinero. En ese momento, Amaris Piñeres aceptó cargos vía telefónica porque se encontraba demasiado enfermo para asistir a la audiencia en el juzgado. Falleció hace algunos meses.
Desde que terminó la alcaldía de Alex Char, al exmandatario y al exasesor, no se les ha vuelto a ver juntos en público. Amaris lleva cuatro años viviendo en Miami. Su testimonio sería clave para desentrañar el caso de compra de votos en la Costa Caribe.
En términos políticos, se estima que la situación, por ahora, no compromete mucho la aspiración de Alejandro Char a la Alcaldía de Barranquilla, pero eventualmente podría afectar la aspiración de Eduardo Verano que quiere repetir mandato en la Gobernación de Atlántico.
El riesgo para Verano es que si empieza a hacer carrera ante la justicia la versión de que los Char compran votos, su antigua y exitosa alianza con el poderoso clan podría romperse y darle más opción al candidato a la Gobernación, Alfredo Varela, quien está apoyado por sectores cercanos al petrismo que arrasaron en las presidenciales.
Por el lado del exsenador Arturo Char, el proceso lo tiene bajo medida de aseguramiento y continúa a la espera de los testimonios que podrían darle la libertad o hundirlo y afectar su clan familiar y político.
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