Pierre Boutiq desempacó sus maletas en Santa Fe de Bogotá, comenzando el siglo XX. Venía de Paris, la capital de la moda y el buen gusto. Se instaló en pleno centro de la ciudad, en el concurridísimo sector de San Victorino y aprovechando su formación de químico, montó una fábrica de perfumes y esencias. En ese momento, fracasó en su intento de enseñarle a los bogotanos y bogotanas a disfrutar de las esencias y sus refinados olores pues era poca la demanda que tenían sus frasquitos de vidrio.
La producción de la fábrica había bajado sustancialmente, cuando en 1930 recibió una tentadora propuesta del Gobernador de Cundinamarca Agustín Morales para comprarle las instalaciones y posteriormente adecuarlas para producir licor. La estrategia industrial trataba de aprovechar la concentración de alcoholes presentes en las mezclas fermentadas y derivar de ahí el proceso de destilación para producir bebidas embriagantes.
Sin pensarlo mucho, la idea se convirtió en la semilla de la Fábrica de Licores de Cundinamarca, que empezó produciendo el Anisado Español, luego vendría el brandy, la ginebra y algunas líneas de aguardiente bajo la marca Aguardiente Néctar como el Tradicional Rojo, Verde, Dorado, Azul, y Sugar Free. También el Ron con las líneas como el Dorado, Santa Fe de Bogotá y Gran Bogotá; para completar se tiene una de sus marcas más antiguas como el Gin y El Dorado, con sus presentaciones Platino y Tequendama.
Los licores han sido premiados por la afamada organización Monde Selection, con el Crystal Prestige Trophy, en el marco de los premios a la calidad de productos en el año 2020. El Ron Santa Fe de 8 y 12 años, obtuvieron puntajes de calificación del 99% en calidad y pureza, siendo considerado el Ron Santa Fe 12 años como uno de los mejores rones del mundo por su sabor, olor, textura, viscosidad y aroma a madera, mientras que la marca Aguardiente Néctar obtuvo el reconocimiento a la calidad en la categoría Gold Quality Award, al recibir por tercer año consecutivo los mejores puntajes en calidad y pureza, resaltando sus características en aroma, sabor anís, toques frutales con una experiencia gustativa equilibrada.
En materia de innovación han sido muy activos como el haber sido la primera empresa nacional en producir aguardiente sin azúcar añadido, la primera que introdujo las tapas de seguridad, las cuales son importadas de Europa y la primera en envasar licores en tetra pack entre otros.
En 1933 la empresa es trasladada a un lote en la localidad de Puente Aranda, donde estuvo durante 70 años. Esta sede llegó a tener cerca de 600 empleados, número que disminuyó por los procesos de tecnificación de la producción. En sus inicios producía unos 8.000 mil litros mensuales y llegó a producir hasta 2 millones de litros en épocas de alta demanda. En 1994 tuvo un récord de producción y ventas cuando se superaron los 21 millones de litros.
La empresa de Licores de Cundinamarca fue la primera fábrica en Colombia en adoptar procesos continuos de destilación, obtenidos a través de la panela como materia prima. El 25 de noviembre de 1958 se crea la Empresa de Licores de Cundinamarca y jurídicamente es una empresa comercial e industrial del Estado colombiano, donde su misión es generar recursos para el financiamiento preferentemente de la salud y la educación, y otros conceptos asociados al desarrollo social de los habitantes del departamento y al interés general, así como mantener la sostenibilidad de la operación mediante la comercialización y producción, eficiente y rentable.
En el 2017, en la búsqueda de mejores condiciones a nivel de infraestructura y con una optimización logística de sus operaciones, envasando 60 mil botellas al día, 21.9 millones de botellas al año, se toma la decisión de salir de Santa Fe de Bogotá y se instalan en el municipio de Cota en Cundinamarca, donde llevan 7 años de operación.
Para el año 2020, a nivel nacional, la empresa de Licores de Cundinamarca tiene presencia en 14 Departamentos, principalmente en las zonas de Amazonia, Llanos Orientales, Eje Cafetero, Tolima, Costa Caribe en Antioquia, Meta y Casanare. El año entrante el reto local más importante que tiene la compañía es estar al final de 2024 en los Departamentos de Santander y Norte de Santander, manifestó el gerente de la empresa Javier Fernández Rubiano.
Entre el 2019 y 2020 la compañía inició un importante proceso de internacionalización y hoy tiene presencia en dos países: Estados Unidos y Ecuador y el objetivo es llegar a otros mercados fuera de Colombia. En ese sentido, la empresa apunta a llegar a España, pero también tiene en el radar, los mercados de Corea y Japón.
En el mercado colombiano de licores, durante el año de 2023, las principales licoreras que dominan las ventas de aguardiente en el país son lideradas por la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) con una participación significativa del 60.1% y 50 millones de botellas vendidas. En segundo lugar está la Empresa de Licores de Cundinamarca en ventas de aguardiente, con aproximadamente 8.6 millones de botellas y en tercer lugar está la Industria Licorera de Caldas con una participación del 14% en el mercado de aguardientes y dicho sea de paso es la líder con el 70% en el mercado de rones
La empresa de Licores de Cundinamarca inauguró un museo donde exhibe su historia desde nuestra mitología Muisca, pasando por la llegada de la caña de azúcar a América y la gesta de nuestra independencia, hasta nuestros días; se encuentra la historia de la compañía y está abierto al público gratuitamente todos los días de jueves a domingo de 8 de la mañana a las 3 de la tarde, donde los clientes y ciudadanos pueden degustar sus productos.
A cada paso en el tour del museo se descubren botellas de ron, whisky, coñac y vodka, producidos en la fábrica a lo largo del siglo XX, así como las primeras producciones de Aguardiente Néctar y Ron Santa Fe, que se convirtieron en marcas emblemáticas para el país. Además, hay elementos históricos como los planos originales, fotos y equipos.
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