El presidente Duque aseguró después del trágico golpe del huracán Iota a San Andrés en Noviembre del año pasado que la mayor transformación y recuperación de la isla se haría en 100 días o menos. El famoso “Plan 100” prometía tener en abril 50 viviendas totalmente nuevas, 80 en mayo, 85 en el mes de junio, y de ahí en adelante 100 viviendas mensuales. Un poco más de 200 días después solo hay dos entregadas: la situación en la isla está en el limbo.
En su momento, el gobierno nacional se desplazó al archipiélago para anunciar el plan de reacción y a su llegada el presidente Duque nombró a Susana Correa, directora del Departamento de Prosperidad Social, como la Gerente general para la atención y reconstrucción del archipiélago. En letras, el gobierno se comprometió a construir 1.134 viviendas y reparar otras 877 y la Contraloría aseguró que el Gobierno ha dispuesto recursos que alcanzan los 36.000 millones. Un consorcio recién creado entre las constructoras Marval, Amarilo y Constructora Bolívar, en coordinación de Correa, sería el encargado de la parte técnica de la intervención en la isla.
Por consigna directa del presidente Duque, Correa además tendría que articular la agenda de los ministros de Ambiente, Vivienda, Transporte, Interior, Agricultura y Salud con los directores INVIAS, el ICBF, Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y el SENA, hasta el día de hoy no hubo ninguna reunión presencial de dichos funcionarios para hacer seguimiento al avance en las tareas de reconstrucción.
En sus palabras, para Susana Correa no fue difícil trasladarse permanentemente a al departamento de San Andrés, pues desde hace 18 años es propietaria de un apartamento que compró pues siempre ha sido una amante del archipiélago. Foto: Vía Twitter
En un foro realizado por la revista Semana el pasado 16 julio, Susana Correa, en transmisión en vivo desde Providencia, confirmó que desde diciembre se encuentra residiendo permanentemente en su apartamento ubicado en la isla de San Andrés, desde donde, según dijo, se desplaza diariamente a Providencia para visitar los avances de las obras de reconstrucción. En dicho espacio, Correa aseguró que, en las instalaciones de techos y cubiertas, el avance era del 75%; en la recuperación de viviendas parcialmente afectadas, el avance era de 57%; y en la construcción de casas nuevas, el avance era de 5%. Para ese entonces, la directora del DPS ya reconocía retrasos en el cronograma.
El equipo del DPS de Susana Correa en el terreno se componía exclusivamente de Mónica Peinado Aponte, Directora de Gestión y Articulación de la Oferta Social del DPS, una de las altas funcionarias de mayor confianza para Correa. Sin embargo, su mano derecha en la gestión de la reconstrucción de Providencia fue Jorge Norberto Gari Hooker, alcalde de la isla, a quien conocía desde el año 2014. Días previos a la llegada del huracán Iota a la isla, la procuraduría abrió investigación al alcalde Gari Hooker por presuntos sobrecostos en la celebración de dos contratos para la fumigación y dotación de suministros de bioseguridad para edificios y vehículos públicos.
Las alertas ciudadanas y las denuncias de las comunidades raizales llamaron la atención de la Contraloría que, de manera extraordinaria, se desplazó hasta Providencia para hacerle seguimiento a los avances y emitir un informe de gestión respectivo. Han pasado 205 días desde el paso de Iota por el archipiélago y la institución confirma que apenas se han entregado dos viviendas nuevas de las 1.134 que se comprometió a entregar. Una cifra que representa mucho menos del 5% de avance que aseguró haber cumplido en dicho pilar de acción Correa hace dos meses frente a la entrevista con la Revista Semana.
“Temas logísticos” es la principal razón que Correa ha señalado como causa de los retrasos en las obras. Según ella, no se contaba con la dificultad para transportar los materiales desde la bahía de Cartagena hacia Providencia. También criticó que el consorcio no ha cumplido con la cantidad de obreros prometidos, cerca de 500, aunque esto no ha afectado del todo debido a la falta de materiales en la isla.
“Empezamos a ver que estas casas tenían una construcción más demorada y complicada fui la primera que dio la alerta”, aseguró Correa, quien aseguró que nuevos contratistas llegarán a la isla y adoptarán nuevas tecnologías para la construcción de las casas nuevas y así cumplir con los plazos de reconstrucción de la isla, aplazados hasta 2022.
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