El Banco Agrario, la entidad clave del sector rural para la financiación de los campesinos, fue una de las entidades que el Presidente Santos entregó en la negociación política con el Partido Conservador. El banco quedó en manos de un recomendado de Roberto Gerlein, sin experiencia ni en el sector financiero ni en el agropecuario, el abogado sucreño Álvaro Navas. Con grandes necesidades de crédito el banco está sentado sobre 10 billones en TES y solo pudo colocar 2.4 billones en créditos en el 2013.
Las utilidades cayeron en un 39.9%, la morosidad de la cartera subió al 8.6% (frente a un 2.7% del resto de la banca). Una de las promesas del gobierno para levantar el paro pasado fue ampliar la oferta de crédito y posibilitar el acceso de pequeños productores al crédito a través de las 700 oficinas con que este cuenta en el país, el Banco con mayor presencia regional. Este negativo balance de gestión es una de las pruebas de los dirigentes campesinos para demostrar que el gobierno no cumplió e insistir en el paro del próximo 29 de abril.
