Unos candidatos están confundiendo el mal actuar de personas que por ser pobres (o más bien que les falta capacidad para resolver sus problemas personales) se dedican a delinquir aduciendo que son así porque no tienen oportunidades.
Sería mejor que leyeran la historia del demócrata José ‘Pepe’ Mujica, exguerrillero, expresidente de Uruguay y sus frases célebres que dicen: “La izquierda admira la pobreza, pero la pobreza ajena, porque de pobres no tienen nada”. “Aquel candidato que regala cosas para que lo sigan, no es un líder. Es un comerciante de la política” (…) “Los buenos gobiernos no son los que usan impuestos de los trabajadores, para dárselos a los flojos, los grandes gobiernos son los que crean las condiciones, para que todos tengan trabajo”
¿Quién será capaz de regalar, como Mujica, su sueldo a los necesitados, en lugar de que se vuelvan violentos o delincuentes? ¿Cuantos expresidentes o congresistas hacen lo mismo en Colombia? ¿Qué han hecho para cambiar ese pensamiento erróneo de la pobreza? ¿Un ejemplo igual sería digno de elegir en Colombia para lograr los cambios sin exageraciones y con los pies bien puestos en el suelo para no engañar ni mentir?
Si revisamos el retrovisor de la historia, millones de personas por generaciones se prepararon con esfuerzo en la nocturna para superarse. Muchos fueron víctimas olvidadas del mismo conflicto, que más bien se dedicaron a trabajar en lo que fuera para conseguir lo que tuvieron para vivir con dignidad.
Personas que piensan en sus ancestros, recogen el legado con orgullo y replican con esfuerzo lo mismo que aprendieron de bisabuelos, abuelos, padres; con orgullo levantan la cara y miran de frente.
No pueden hacer lo mismo quienes buscan dinero fácil, amparados en una falsa pobreza que utilizan para delinquir. Incluso quienes hoy son extremadamente ricos con dinero escondido ilegal, que al final no les sirve de nada, tienen que pagar por sus delitos que dejan víctimas que hoy les cobran.
Así las cosas, los congresistas que expresan que la falta de oportunidades es la que obliga a las personas a robar, asesinar, traficar y producir violencia para conseguir para comer, están equivocados, pues son los primeros que olvidaron esos buenos ejemplos ancestrales.
Campesinos que son víctimas se convierten por miedo en alcahuetes del delito que nos está llevando a una guerra civil por no saber pensar o defender a sus familias. Decir que lo que necesitamos es una persona que busque la unión y el bien social para dirigir el país no es nada errado.
Colombia está mal por los líderes que mantienen enfrentando a la población utilizando precisamente aquello de que, por ser pobres, hay que aprovecharse de los ricos que a lo mejor trabajaron con mucho esfuerzo para conseguir y producir para muchas oportunidades. Colombia unida buscando la paz y la concordia, jamás será vencida y vivirá en libertad y democracia.