Ya en reiteradas ocasiones se ha intentado eliminar la unidad de la policía cuya misión es controlar los disturbios en las vías públicas. El Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), fundado en 1999, tiene la lamentable reputación de llevar 22 años sembrando de terror y muerte cualquier manifestación.
Casos como el de Dylan Cruz en 2019, Óscar Salas en 2006, los eventos de abuso policial de los últimos 15 días, entre muchos otros, llevan a que esta sección de la policía tenga la deshonra de causar en promedio la muerte violenta de al menos un manifestante por año desde que fue creada. Esto ya ha despertado la indignación y la vigilancia de diversas organizaciones de derechos humanos como Humans Right Watch o Temblores.
En los últimos días, el gobierno ha llamado a la concertación y al diálogo con los sectores del paro; pero la Policía Nacional, y en particular el Esmad, parecen solo conocer el lenguaje de la violencia y la brutalidad. Esto está demostrado tanto en las múltiples manifestaciones pacíficas en ausencia de esta fuerza, como en el siguiente contraejemplo que me sirvo de presentar: ¿cuántas marchas donde la guardia indígena veló por la seguridad de los manifestantes terminaron en disturbios o con personas muertas? Cero.
Sin embargo, cuando aparece el Esmad es otro cantar. Pareciera que el entrenamiento que reciben sus integrantes no fuera el de acompañar las manifestaciones, prevenir la violencia y la infiltración, sino, por el contrario, provocarla, causar el caos, instigar a la ciudadanía, y generar indignación, rabia, descontento y desconcierto.
Por esta razón, si el gobierno quiere generar un desescalamiento de la situación actual y fomentar el diálogo con la ciudadanía debería empezar con el desmonte inmediato del Esmad. También, podría iniciar las reformas que la Policía Nacional necesita con suma urgencia; las cuales no son el cambio de color del uniforme como promocionaron recientemente, sino transferir este cuerpo de seguridad al Ministerio de Interior y fomentar su desmilitarización, dado la naturaleza civil que debería tener.
