El Centro Náutico Pesquero de Buenaventura pasó de ser una promesa del SENA a convertirse en uno de los elefantes blancos que hoy hacen parte del paisaje del puerto más importante y con más urgencias sociales del país. En diciembre de 2015 el entonces director general del SENA, Alfonso Prada, anunció entre bombos y platillos que la nueva sede de la entidad para la formación de 10.000 personas sería una realidad. Prada, sacando pecho de su gestión, aseguró que el proyecto no tenía “vuelta de hoja ni reversa”. Sin embargo, 6 años después, el Centro Náutico Pesquero sigue sin ser entregado.
Alfonso Prada, quien había coordinado la campaña de reelección de Juan Manuel Santos en Bogotá, asumió como reconocimiento a su trabajo la dirección del SENA el 20 de agosto de 2014. “Alfonso entiende la importancia que tiene el SENA, entiende la importancia de la ‘Joya de la corona’”, aseguró Santos, que prometía convertir al país en el más educado de América Latina para 2025. Hoy, esa promesa está muy lejos de la realidad.
Durante 10 meses Prada estuvo viajando a Buenaventura para ponerse al frente de la nueva sede en el puerto. En junio de 2015, ya con los diseños en su escritorio, que costaron 250 millones de pesos, anunció que muy pronto firmaría la adjudicación del proyecto. Sin embargo, desde que se presentaron esos diseños, la sede empezó a cojear.
El 12 de diciembre de 2015 se firmó el contrato para la construcción con el Consorcio Náutico SENA por 36.984 millones de pesos. Ninguno de los integrantes de la nueva sociedad, conformada por la Constructora CDR SA (30%), Idestra SA (30%), Construcciones Daltre Colombia (30%) y Darío César Alfonso Franco (10%), había trabajado antes en Buenaventura y la obra, que debía arrancar inmediatamente, solo inició trabajos hasta el 5 de abril del siguiente año.
Prada prometió entregar la sede en 18 meses, pero nunca más volvió a aparecer por la obra. En marzo de 2017 dejó su cargo para convertirse en el hombre del computador de Palacio y se posesionó como Secretario General de Presidencia. Como reemplazo llegó María Andrea Nieto, quien apenas estuvo en el cargo seis meses y salió de pelea con Santos, denunciando en medios de comunicación corrupción en el SENA y acusando directamente a Prada como el responsable de un desfalco.
Las acusaciones de Nieto llegaron a Fiscalía, pero hace apenas un par de semanas esta cerró el archivo contra Prada y en cambio decidió investigar cuatro contratos de infraestructura que se firmaron durante su dirección y al día de hoy siguen incompletas.
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En noviembre de 2018 el Consorcio Náutico SENA debía entregar la obra, pero en aquella fecha los avances apenas eran del 40%. Los constructores se defendieron echándole la culpa a las lluvias, que supuestamente no los dejaban trabajar. Sin embargo, desde el sindicato de trabajadores del SENA del Valle señalaron que esta excusa es ilógica y más bien exigieron que se reconociera la falla desde los diseños del proyecto, pues inicialmente no se contempló la construcción del muelle ni las rampas para las embarcaciones, algo que carecía de todo sentido si se tiene en cuenta que el espíritu del Centro Náutico Pesquero es, precisamente, la formación de personas en las labores náuticas, como el manejo de grúas, embarcaciones en puertos y demás.
Desde entonces se ha venido poniendo una nueva fecha para entregar la sede, pero ante los incumplimientos se ha optado por firmar prórrogas y otrosíes. En total han sido 23, entre adiciones de presupuesto, suspensiones y prórrogas a esas suspensiones. La obra, que tenía un valor inicial por 36.000 millones de pesos, ya va en 44.183 millones de pesos. De hecho, el último otrosí se firmó para una adición por 412 millones de pesos y se volvió a poner fecha de entrega: el 28 de febrero de 2022.
Pero llegó el día y la obra no estaba lista. El proyecto actualmente está en un 88% de avance, y aunque el consorcio estaba pidiendo un nuevo plazo para entregarla en abril, al ritmo que están trabajando la sede podría estar terminada hasta dentro de un año.
Desde hace más de diez días la obra donde se almacenarán de la red contra incendio está inundada.
Las razones de los retrasos podrían encontrarse en los incumplimientos del consorcio con los pagos a los subcontratistas. En septiembre de 2021 los trabajadores de la obra adelantaron varias manifestaciones, no solo por sus salarios, sino por las condiciones en las que se encuentran. No cuentan con los elementos de protección adecuados, se están haciendo, por ejemplo, trabajos en altura sin las medidas de prevención.
Aunque los trabajadores de la obra y los mismos integrantes del SENA esperaban encontrar un respaldo en el alcalde Víctor Vidal, quien surgió políticamente del Paro Cívico, después de las reuniones adelantadas Vidal aseguró que todo estaba en orden. Según el alcalde, hacia noviembre o diciembre la sede sería entregada.
Los trabajadores han denunciado retrasos en sus pagos y falta de garantías para trabajar en la obra.
El pasado 8 de marzo varios representantes del sindicato junto a los contratistas estuvieron en la obra. Ya no pueden seguir sin sede y pidieron que los dejaran ocupar el bloque 1, ubicado en el frente del Centro Naútico, a pesar de que aún falta la instalación de baños, puertas, redes internas para aires acondicionados y la construcción del segundo piso casi en su totalidad. Sin embargo, el SENA no renovó el contrato donde está ubicada actualmente la sede administrativa, por lo que necesitan un espacio, así esté a medio acabar.
