Hablar del Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna de Tamalameque es hablar de la lucha por el rescate de una cultura dancística de nuestros ancestros, de nuestros mayores, la cual, a pesar de su gran valía, estaba ad-portas de ser extinguida, es evocar el mayor evento cultural identitario de la depresión Momposina, el cual permitió que la tambora como cultura vernácula, terrígena, alcanzara un auge, vida y trascendencia a nivel regional, nacional e internacional.
Han sido largos años de esfuerzo y sacrificio de muchos por posicionar el Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna en un sitial de honor dentro de la cultura, gracias a ello, se la logra el rescate, preservación y difusión de la tambora al intento de aniquilamiento de otras culturas.
Gracias a ello es que la Asamblea Departamental del Cesar, mediante la ordenanza 030 de del 26 de noviembre de 2003, declara a Tamalameque como epicentro cultural y folclórico donde se revive la tradición y la cultura riana, así mismo mediante la ordenanza 006 del 30 de abril de 2005, lo declara patrimonio cultural del Cesar su Festival de Tambora.
El Concejo Municipal de Tamalameque, poniéndose a tono con la duma departamental , mediante el Acuerdo 007 del 26 de mayo de 2016 declara la Tambora como Patrimonio Cultural Inmaterial del Municipio, así mismo acuerda fortalecer el Festival Nacional de la Tambora.
Por su parte, el Congreso de la República, subsanando una falta histórica con la tambora, después que con la Ley 739 de 2002, mediante la cual se disponía a imponer la cátedra valores y talentos vallenatos de obligatorio cumplimiento en los colegios del Cesar, se resarce declarando Patrimonio Cultural de la Nación el Festival Nacional de la tambora y la guacherna de Tamalameque, mediante la Ley 2260 del 19 de julio de 2022.
Pero por paradojas de la vida, a pesar de los logros alcanzados para posicionar la tambora, brindarle las herramientas jurídicas y legales que permitan garantizar la perpetuación del Festival como el olimpo de los dioses para enaltecer nuestra cultura, hoy el festival peligra más que nunca, su realización está en duda y su continuidad e importancia en el ámbito cultural se pone en riesgo.
A pocos días de la fecha tradicional de su realización no hay nada concreto para su ejecución, escuchamos las mismas excusas de siempre, “falta de recursos”, no obstante, que en el municipio además de las herramientas brindadas por la ley, las ordenanzas y acuerdo que facultan a las autoridades nacionales, departamentales y municipales apoyar e impulsar dicho evento, cuenta con una estampilla Procultura equivalente al 2% que es devengada de todo contrato celebrado por el ente territorial.
El Festival Nacional de la tambora no solo es un Patrimonio Cultural de Tamalameque, sino del Cesar y de Colombia, por eso su realización más que una necesidad es un compromiso, porque invertir en la cultura produce beneficios más allá de los económicos, como el fortalecimiento de la cohesión social o como afirma el premio nobel de economía Amartya Sen “Invertir en la cultura, es promover el desarrollo a través de una base social”, por consiguiente, esperamos como nos manifestó el burgomaestre que se cuadre presupuesto, se gestione ante el ente departamental y que el Festival de la Tambora y la Guacherna de Tamalameque se realice, para que renazca como el ave fénix y retome su importancia y relevancia cultural