Para nadie es un secreto que vivimos en un mundo que ha cambiado. Ya nada es igual, nuestra forma de comprar cambió, nuestra forma de relacionarnos no es la misma, ya no esperamos para ver una película en Caracol o en RCN, las redes sociales se han convertido en el nuevo centro de operaciones de lo mercantil y lo banal, allí el tiempo pasa según las polémicas del momento, nuestro entretenimiento nos los dan aquellos que están dispuestos a romper los límites de lo convencional y esto cada vez va volviéndose más común y más extremo, me temo que llegué el día en que ni siquiera nos tomemos el momento de llegar a pensar y simplemente todo nos parezca divertido.
Sobre el nuevo tema musical que ha generado polémica en Cartagena de «Macta llega» de La Toxi Costeña con Dj Dever, no pretendo hablar desde la «alta cultura» pero tampoco puedo considerar este tema como muchos lo han catalogado como «popular», siento que no podemos normalizar las agresiones físicas, «el pleque-pleque, el bololó, la tira piedra y tira peñón», muy a pesar que este tema sea el reflejo de una sociedad que cada día va más en decadencia y que el «pleque-pleque» nos lo encontremos a la vuelta de la esquina (la mayoría de los asesinatos en la ciudad se dan entre riñas), pero esto no representa la cultura histórica de mi ciudad, más bien espero que no nos comamos el cuento que nos quisieron vender de la Chambacú de negros, bulleros y violentos.
Pero más allá de algunas palabras que hacen parte de nuestro lenguaje plebe o vulgar, no dista mucho tampoco de lo que día a día vemos en algunos de los «influencers» del momento en la ciudad, pongo entre comillas la palabra «influencers» dado a que creo que es el público quienes influyen en su contenido, es decir “Cada país y cada ciudad tiene los ‘influencers’ que se merece” y ¿La música que merece?, ¿Quizás esta sea la razón por la que «Macta llega» esta tan pegada?, no lo sé, quizás sea pegajosa, quizás muchos no se ponen a pensar en su letra, y si es así, ¿Quién soy yo para criticarlos? cuando canté alguna vez música ingles sin ni siquiera entender que decía, pero ¿y si lo estamos entendiendo y normalizando, hasta donde irá parar?
Para finalizar copiare textualmente al escritor Orlando Oliversos Acosta: «La champeta «Macta llega» está buena para el desorden. Sin embargo, lamento mucho que no tenga el sedimento poético de otras champetas en las que uno podía desordenar el cuerpo mientras el alma gozaba de la letra. Me preocupa que en unos años, cuando recordemos esta época, no haya un sonido memorable al que agarrarse para justificar la nostalgia. Habrá que seguir volviendo a las champetas de antes y a esos vallenatos, cumbias, bullerengues y porros viejos que nunca fallan».