En el 2015 llegó al país una de las primeras novelas turcas que sorprendió a los colombianos. Tarde a tarde, sagradamente después del noticiero del mediodía en Caracol, a las 2:30, miles de colombianos sintonizaban lo que parecía una simple historia de una niña desaparecida y su madre, pero que conquistó por más de 3 años a los televidentes: Elif, la novela turca más vista en el país.
Elif no solo se convirtió en la producción extranjera con más tiempo al aire, 4 años con 1.160 episodios; también revolucionó a las familias colombianas: de acuerdo con la Registraduría Nacional, desde 2016 más de mil niñas en Colombia fueron registradas con el nombre "Elif". Todo un fenómeno cultural.
La novela narra la historia de Elif, la hija de Melek, una empleada de servicios de aseo que se enamoró de Kenan, el hijo de la familia Emiroglu para la que trabajaba. La madre de Kenan no aceptó la relación de su hijo y envió lejos a la joven Melek cuando se encontraba embarazada. La joven creyó que su enamorado la había abandonado y él nunca supo de Elif. Melek comienza una relación con Veysel, un hombre violento que tiene la intención de vender a la pequeña Elif para pagar sus deudas. Una y otra vez, Elif es secuestrada durante el desarrollo de la novela.
#Elif (2016-2020)
Capítulo estreno: 5.1
Capítulo más alto: 7.1
Capítulo más bajo: 2.6
Capítulo final: 6.4Tiempo al aire récord:
3 Años, 7 Meses y 10 Días
(25/07/16 - 06/03/20)Promedios anuales:
2016: 5.0
2017: 5.0
2018: 4.9
2019: 4.8
2020: 5.5Promedio Total: 5.0 pic.twitter.com/Hndd25KAPA
— Rating Colombia (@RatingColombia) March 9, 2020
La producción duró al aire con un promedio total de 5.0 de rating en el país. Sin abandonar su parrilla habitual; canales como Caracol y Canal 1, notaron una gran oportunidad al incluir estas producciones en su programación diaria. Volviéndose un éxito en Colombia, aun cuando varias de ellas ya habían dejado de transmitirse en su país natal, Turquía.
Una de las curiosidades más comentadas de estas producciones era su duración; no solo los capítulos eran más demorados, la serie completa duraba, al menos en Colombia, meses o incluso un año completo. Lo que parecería tedioso para muchos, se convirtió en una rutina para otros, ubicando las novelas entre el quinto y décimo lugar de rating en una hora en la que la televisión no tiene el público más alto.
Como Elif, ¿Qué culpa tiene Fatmagül? fue una novela turca que cautivó a los televidentes colombianos en el 2010, una de las telenovelas pioneras en el país. Durante su año de emisión, la novela no bajó de 5 puntos de rating. Narraba la historia de una joven huérfana que vive en un humilde pueblo, y aunque sueña con una mejor vida junto a su prometido, la joven es víctima de una violación por parte de un grupo de poderosos y adinerados hombres.
Desde ese momento, estas series escalaron hasta lo más alto en los índices de audiencia en el país, hasta el punto de convertir a Colombia en uno de los países de Latinoamérica que más importa series turcas hasta el momento. La mayoría han sido transmitidas en diferentes horarios, especialmente durante las tardes.
Omer, sueños robados; El secreto de Ferihá; Las mil y una noches y Ezel son algunas de las otras novelas turcas que aún recuerdan muchos televidentes. Lo curioso con estas producciones es que, en la mayoría de los casos, la cantidad de capítulos en la versión internacional duplica a los de la versión original. Y aunque sea estrategia o cuestión de derechos de autor; muchas personas no tienen objeción en conectarse incluso por años con las mismas historias.
#Omer finalizó ayer con 6.7 de #Rating y un promedio total de 6.2, como la producción turca más vista en la historia de la televisión colombiana @AYOzegemen pic.twitter.com/vDg6xZhhRv
— Rating Colombia (@RatingColombia) November 25, 2020
Las cifras no sólo comprueban el fenómeno audiovisual de estas novelas en el país. En redes sociales también existen grupos de fans dedicados a una sola producción, sus protagonistas o al grupo de series turcas en general. El auge cultural y social es tan grande que muchos de sus seguidores incluso se han sentido motivados a aprender el lenguaje, adoptar costumbres y creencias religiosas. Todo este negocio se ha convertido tan rentable en Colombia que los canales más importantes del país no desisten en incluir al menos una novela turca en su parrilla diaria.
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