El día mundial de la mujer fue un momento de reflexión y análisis, donde hubo una movilización masiva en distintas ciudades del mundo. Fueron varios los temas por los que las mujeres salieron a las calles, desde el maltrato y la violencia, hasta las nuevas prácticas de procreación.
En Colombia se ha venido avanzando en esta materia desde diferentes sectores, sin embargo, falta mucho por hacer. En el campo político, por ejemplo, persiste una brecha de poder enorme. La llegada de Claudia López al segundo cargo más importante del país, así como el liderazgo de Marta Lucía Ramírez en vicepresidencia, es algo nuevo, que no había pasado antes. Si bien esto es un avance significativo, es la responsabilidad de todos que las mujeres continúen ejerciendo roles de liderazgo y no se convierta en algo esporádico y momentáneo.
Para esto es necesario soluciones concretas desde el sector público, pero también continuar el activismo desde la sociedad civil. Los logros adquiridos son el reflejo de un movimiento que cada vez tiene más poder. El 8M de hace 5 años no se compara con lo que fue en esta ocasión. Salieron más mujeres, en más ciudades y el impacto tanto en redes sociales como en los medios tradicionales fue más contundente.
El 8M empezó de manera formal en la década de los 70’s, cuando la ONU oficializó la fecha a nivel mundial. Desde entonces, los avances se han venido observando. No obstante, según cifras del Global Gender Gap Report 2020, la paridad global de género no se verá hasta dentro de 100 años. Nuestra generación no podrá vivir en una sociedad relativamente equitativa.
Algunos países, los más desarrollados, lograrán esta igualdad inclusive mucho antes, los menos desarrollados van a tardar tiempo y el proceso será largo. ¿Cómo lograr avanzar en esta materia? ¿Se puede agilizar la igualdad de género? ¿Hay que esperar tanto para conseguir la meta? Claramente, esta cifra es un estimado, podría ser más rápido de lo esperado o inclusive más lento y tome no cien, sino trescientos años. Esto es difícil de saber, y la cifra solo queda en pronóstico.
Sin embargo, hay una postura que está empezando a emerger y cada vez está siendo más visible, la cual probablemente pueda ser el catalizador para concretar el anhelo de la paridad de genero: una mayor equidad entre hombres y mujeres incrementa el crecimiento económico de un país. Algunos estudios sugieren que el fin de las desigualdades de genero añadiría un 26% más de riqueza al Producto Interno Bruto (PIB) y el crecimiento de la economía publica y privada. Los datos y estudios son considerables en esta materia e inclusive falta mucho por descubrir.
Por ende, esto desvirtúa la idea de que el feminismo es un asunto solo de mujeres, lo cual es totalmente falso. El feminismo es un movimiento en el cual todos debemos estar inmersos y comprometidos, si ganan las mujeres ganan también los hombres, la economía y el progreso.
Así lo está entendiendo y lo debería seguir haciendo el movimiento feminista, que para esta ocasión se movilizó en torno a una pregunta ¿cuál es el rol del hombre en el feminismo? Esta es la pregunta principal la cual debe ser resuelta por cada uno de nosotros. Lograr unificar hombres y mujeres hacia una misma causa es una alternativa de solución que llevaría a tener resultados positivos para todos. La idea falaz del feminismo solo para mujeres debe pasar la pagina y convertirse en el movimiento de todos.