Hoy, en Colombia han muerto 4 personas de Coronvirus y otros 470 colombianos son portadores. La tendencia al aumento de infectados sigue constante, mientras el drama social, humanitario y económico por el que transita el país, es afrontado con valor por las familias colombianas que nos quedamos en casa por un bien mayor: el bien de la patria, mientras en su labor siguen los doctores y policías en arduo control de la contingencia.
Por supuesto, una tragedia de tal magnitud, para bien o mal, es algo que agradece el gobierno Duque. Al escándalo de la "ñeñepolitica" con la compra de votos en las pasadas elecciones presidenciales, no pudo haber encontrado una mejor solución. La pandemia cambió totalmente la agenda política del país y a su paso, la opinión pública respecto a la pésima administración del país bajo el mandato de Iván Duque.
Más allá que sea de derecha, sus políticas poco efecto han tenido en el bienestar y progreso de la nación. Cómo sabemos, el número de líderes sociales asesinados y el incumplimiento de un derecho fundamental de los colombianos, la paz, han sido unas de las fallas críticas de su gobierno.
Ahora bien, la expansión del coronavirus en nuestro territorio solo ha hecho mostrar las falencias estructurales de nuestro sistema político y la tímida reacción de Duque al tardarse demasiado en cerrar la vuelos internacionales y exigir un duro control a quienes venían del extranjero o cruzaban nuestras fronteras. La cuarentena que tendremos hasta el próximo 13 de abril (es probable que se extienda) puede entenderse entonces tanto como un factor de unión de nuestro pueblo, cómo de fracaso contundente del sistema de salud y de una situación laboral dónde la mayoría vive del día a día sin haber logrado, ni mucho menos, la formalización del empleo.
La destacable desigualdad económica y la deficiente presencia del Estado en muchas de las regiones del país, es a su vez un impulso enorme a la expansión del Covid-19. Por eso el llamado es al fortaleciendo interno fe nuestro país, no por el bien de los empresarios o comerciantes, sino por el bien de su gente, que muestre por lo menos un poco de civismo, humanidad y correcta aplicación de políticas sociales.
En medio de todo esto ¿Es correcta la asignación de Luis Plata para afrontar la crisis? De seguro si se pudiese viajar, ya Duque estaría en Europa y no con la mano firme al frente del país como se espera de un presidente.