Nicolás Maduro, en su perversidad comunista, desconociendo que las enfermedades no tienen color político, ha pretendido utilizar la pandemia del Coronavirus o Covid- 19, para buscar el reconocimiento de su régimen por parte del gobierno colombiano; tratando de dialogar con algunos ministros de nuestro país. Pero el presidente Duque mostró su liderazgo y cerró la frontera por los casos de Covid-19 presentados en esa nación, porque es muy poco lo que puede aportar Venezuela para combatir el virus, ya que no hay agua, ni medicinas, ni alimentos, ni electricidad.
Por ello la comunidad internacional debería tener en cuenta esa situación y tomar cartas en el asunto, siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como lo ha pedido Colombia, pues si llega la enfermedad a un alto grado en la patria de Bolívar, sería algo apocalíptico para la región.
Por eso el cierre de la frontera con Venezuela debe de ser riguroso, no solo en los pasos fronterizos, sino con las trochas ilegales, por donde pasa la droga para el Cartel de los Soles, amén del contrabando de alimentos. Sí el gobierno colombiano necesita de ayuda internacional para controlar toda la frontera con Venezuela, hay que pedirla.
Por otra parte, no deja de causar asombro que en China, la nación que más contamina al planeta, fue donde se originó el Covid-19, que tiene al mundo en consternación. El país asiático es el que más se ha beneficiado de la globalización económica, perjudicando a los trabajadores de la tierra, demostrándose lo catastrófico del comunismo en su aplicación práctica.
Subrayando que el presidente estadounidense Donald Trump, en su discurso ante la 74 Asamblea de la ONU, el año pasado, resaltó el nacionalismo frente a la globalización, recomendando volver a una cultura patriótica con la frase: “el futuro no pertenece a los globalistas, sino a los patriotas”; ante lo nefasto de la pandemia con la que actualmente vive el planeta, se avecina una recesión, por lo que países como Colombia deben hacerle frente de acuerdo a sus peculiaridades.
En el caso de un nuevo orden económico mundial, por la actual crisis sanitaria que enfrentan los seres humanos, naciones como Colombia, tienen que echar mano de una genuina autodeterminación y autogestión, fortaleciendo su aparato productivo en la industria y en el campo, creciendo hacia adentro y participando en un plan multilateral de comercio, pero en condiciones de igualdad con los demás países. Porque la humanidad se tendrá que resignar a vivir con la nueva enfermedad, que fue gestada en China, cuyo partido comunista, debería estar pensando en indemnizar a las naciones que han sido víctimas del flagelo.
Si hay un cambio en la economía mundial, la globalización será la gran derrotada, y en el caso colombiano se tendrá que impulsar un sistema de economía múltiple, mediante un modelo autogestionado, en donde se recojan las iniciativas privadas y colectivas, en busca del bienestar de toda la ciudadanía, para fortalecer la democracia económica que no permite el abuso de los monopolios. Pero además rechazando al marxismo que le ha causado inmensas tragedias a la tierra, como la que estamos viviendo con el Covid-19, pues el comunismo aparte de ser totalitario, estatista e idiotizador, impulsa la miseria de los pueblos como condición necesaria, para cumplir con sus torvos fines.
El sistema de economía múltiple reúne las experiencias positivas del capitalismo industrial y comercial, la social democracia y la autogestión libre y creativa, buscando la independencia económica de las personas; reiterando que necesariamente hay que reprobar al comunismo y a la acumulación desmedida de capital que en varias ocasiones ha conducido a recesiones económicas mundiales, en donde el dinero se maneja como en un casino, pues esas grandes masas se vuelven especulativas por no tener destino productivo.
Indiscutiblemente el Covid-19, tendrá profunda incidencia en la economía mundial, relegando a la globalización y fortaleciendo la iniciativa de las naciones, para lo que hay que estar preparados, en donde Colombia debe buscar alternativas económicas que le permitan una mejor calidad de vida para toda la población; resaltando nuevamente la actitud del presidente Duque frente a la pandilla venezolana de Nicolás Maduro, quien por todos los medios ha buscado el reconocimiento del gobierno nacional en los últimos meses, primero con una jugarreta utilizando a la excongresista Aida Merlano y ahora con el Coronavirus, pero como se dice coloquialmente al dictador venezolano le salió el tiro por la culata, y el presidente Iván Duque mostró dignidad al no dejarse manosear.