Desde que partió en la madrugada del 1 de noviembre del 2010 en misteriosas circunstancias, Luis Alonso Colmenares y su esposa Oneida no han dejado de sentir contacto con su hijo. Luis Alonso, un guajira racial y decidido, dice que no hay noche en que no sueñe con él. Los contactos que ha tenido su esposa son más profundos. En una entrevista dada a Bocas confesó que ella “nunca ha dejado de comunicarse con él”. Incluso en uno de esos sueños Luis Andrés le ordenó, desde la ultratumba, desenterrar su cuerpo porque en él estaba la verdad de lo que había sucedido en esa misteriosa noche de Halloween. Al desenterrarlo empezó a desarrollarse uno de las muertes más mediáticas que ha vivido el país. A Oneida el tema se le volvió una constante hasta el punto que tuvieron que bajarle un poquito el tema porque se estaba obsesionando. “Porque iban a terminar amarrándola, pensando que estaba loca” dijo en la misma entrevista Luis Alonso.
No sólo la mamá lo siente. Su hermano mayor, Jorge, también habría visto colores, movimientos, sonidos dentro de la casa. Incluso han afirmado sentir como las Puertas que se abren y a veces la presencia es tan fuerte que el propio Luis Alonso debe decirle : “ya, déjanos dormir hoy y mañana hablamos”. Según Luis Alonso esa manifestación de su hijo parte del hecho de que no ha podido descansar en paz. Después de ser absueltas Laura Moreno y Jessy Quintero la rabia y la impotencia de los dos padres han subido.
Se cumplen hoy siete años de esa trágica noche. Aunque ya hubo un fallo absolutorio, el misterio crece. Hasta el fantasma de Luis Andrés Colmenares, rondando la casa de sus padres, pide que se aclare todo porque en el fallo se sabe que hay algo que no encaja, algo que hace falta.