Fue una colombiana la que lo metió en el mal camino. Desde que comenzó su relación con la mujer ella le presentó a unos misteriosos amigos, quienes al saber qué ocupación tenía el agente en el aeropuerto Barajas, de Madrid, no pudieron resistirse a hacerle una suculenta oferta. Contaron con suerte, porque la mayoría de agentes son incorruptibles.
Así comenzó a darse una gran vida que no hubiera sido posible con los 1700 euros mensuales que ganaba por su trabajo. Todas sus compras eran en el prestigiosos almacén Milla de Oro de Madrid. Se paseaba por tiendas como Channel y Valentino, donde era cliente frecuente. Su esposa colombiana andaba con un bolso Gucci de 5000 euros. En su Chevrolet Camaro naranja se paseaba por los eventos de casinos prestigiosos de la capital española, como la Castellana y Torrelodones. Los fines de semana cenaba en los mismos restaurantes donde estrellas merengues como Cristiano Ronaldo celebraban los triunfos del equipo. Tanto le gustaba la zona de Plaza de Castilla que montó un restaurante como aquellos de los que era cliente frecuente.
Sin embargo, olvidó aquel viejo dicho según el cual la ambición rompe el saco. “Ya está bueno” le dijo su esposa un día. Pero él hizo caso omiso. Solo se retiraría el día que tuviera por lo menos tres millones de euros. Mientras tanto seguía ayudando a narcotraficantes a ingresar droga a España en vuelos provenientes de Venezuela, Colombia, Uruguay y varias partes de Latinoamérica. Era tal su confianza con los narcos que hasta les daba recomendaciones para evadir a la policía. Gracias a su trabajo conocía todas las técnicas que los agentes utilizan para capturar narcotraficantes. Aprovechaba su trabajo para dejar pasar maletas y pasajeros por separado. Luego, los juntaba a la salida del aeropuerto. La justicia española estima que fueron por lo menos cinco entregas y 200 kilos de cocaína los que ingresaron a España gracias a él.
Fue la DEA, de Estados Unidos, quien envió la primera señal de sospecha a las autoridades españolas sobre el agente Fran. La investigación tardó año y medio antes de terminar con su captura. Durante ese tiempo sus apariciones en el programa Control de Fronteras, de Discovery Max, lo hicieron famoso en muchos países de habla hispana, incluyendo Colombia. Fueron precisamente las imágenes de sus apariciones en el programa las que utilizaron las autoridades para identificarlo. El agente fue detenido junto a otras 17 personas. Tanto su trabajo, como su fama y su estilo de vida llegaron a su final. Le espera una larga pena en prisión por narcotráfico.