El grueso de la opinión pública está subyugada por prejuicios y mitos cazabobos impulsados por interesados que buscan soportarse en incautos, pero más aun con el auge del internet, donde la mediocridad se cuela con facilidad debilitando los cimientos de la comunicación. Es frustrante que tantos actúen sin argumentos y con criterio precario que no les permite discernir para aproximarse a la verdad. Por ejemplo, si se afirma que el precio de la gasolina no debería bajar todos ponen el grito en el cielo. O el Caso Colmenares, donde una flagrante mentira arropó a la mayoría. Nunca debe confundirse la verdad con la supuesta opinión de la mayoría.
Esto sigue creciendo como bola de nieve, desinformando, confundiendo y haciendo daño a la sociedad civil, principal víctima de las fake news. En política los poco creativos no gustan del juego limpio, apelan más bien al ataque aleve. Son poco constructivos. Un caso que llama la atención en la contienda regional es la aparición de la EPS del régimen subsidiado Emssanar. Sus directivos se han comprometido con una campaña a la alcaldía (Germán Chamorro). Es conocido en este país que todos los estamentos para bien o para mal están permeados por la política y las EPS no son excepción. Legalmente no tienen problema. Por legitimidad (y dignidad) se pueden presentar cuestionamientos.
No es bien visto que el negocio de la salud se apalanque en políticos, mucho más por las naturales controversias que ya tienen estas entidades. Pero en el caso puntual de Emssanar se debe analizar con mucha filigrana, dado que aparte de su afecto por hacer parte del poder decisorio (con sus intereses francos, a la luz del día, no ocultos), también puede tener intervenciones favorables y propositivas.
Si bien esta EPS está en la lupa de la Superintendencia de Salud, no es menos cierto que en la otra cara de la moneda viene cumpliendo una labor importante. En esta coyuntura política abiertamente han mostrado inclinación por participar en la gestión de salud del municipio. Debe recordarse que los recursos de este sistema son públicos, lo privado es la administración, lo cual no puede ser nada malo.
Aquí es donde cabe hacer un profundo análisis. ¿Las entidades públicas en su mayoría han sido bien gerenciadas?, ¿los recursos se cuidan, no se dilapidan?, ¿son más eficientes que el sector privado? Por un lado, nos quejamos de una sospechosa corrupción en entes oficiales, exigiendo se manejen al estilo privado, con alta gerencia y eficiencia. Por otro, se sataniza la vinculación del sector privado. Para muchos las llamadas APP (Alianza Público Privadas) son el terror.
En este punto es importante reconocer el valioso trabajo que Emssanar realiza por ejemplo fuera del departamento de Nariño (su sede y lugar de origen). Sus estándares de calidad en el Valle del Cauca son altos. En este departamento es una de las EPS más respetadas, buscadas y queridas. Emssanar le da la mano a la mayoría de municipios del norte del Valle. Un caso puntual es el apoyo al Hospital Divino Niño (HDN) de Buga (la red de salud oficial de la Ciudad Señora).
Este hospital fue declarado recientemente el segundo mejor del país. Ello se puede afirmar que aparte de su propia gestión (propiciada por el exalcalde Suárez, hoy Senador) es gracias a Emssanar ya que lo ha convertido en su IPS de confianza en el centro del Valle.
Gracias al contrato con Emssanar, este hospital público no presenta riesgo financiero. Y es tan valiosa la vinculación con esta EPS, que si hoy Emssanar deja de contratar con el HDN, este prácticamente desaparecería o tendría que reinventarse. Esto demuestra la ventajosa simbiosis entre lo público y lo privado.
Este es uno de los tantos casos en donde la valiosa tarea de esta organización sanitaria nariñense apalanca la gestión de salud en formatos exitosos en tantos municipios del Valle, siendo un gran ejemplo para el país. Por tanto, si fue esencial para hacer del Hospital Divino Niño de Buga el segundo mejor del país, igual puede hacerlo con otros en su propia tierrita. Siendo así, bienvenido al juego (así sea político) el “factor Emssanar”.
Apostilla. Emssanar no solo es EPS, es cooperativa y fundación, un consorcio. Como tal se ha convertido en gran influenciador en decisiones regionales, no solo políticas. En este campo ha tenido figuras representativas en corporaciones. Lo sorprendente es que hoy podría ser uno de los factores que de alguna manera ayuden a definir el próximo alcalde en Pasto, ante el voto finish que se presenta.