La compañía Agrícola Himalaya es la propietaria de los únicos cultivos de té en Colombia, a una hora de la ciudad de Cali, en el Corregimiento de Bitaco, en el municipio de La Cumbre. Desde allí exporta sus productos como té Hindú a Latinoamérica, Estados Unidos y desde junio pasado a Polonia a través de la cadena minorista más grande ese país.
Nació partir de una propuesta de la Secretaría de Agricultura de diversificar cultivos en el Valle del Cauca, departamento tradicionalmente cañero y cafetero. Joaquín Llano González en compañía de su hijo, Alberto Llano Buenaventura confiaron que en el té había un universo de posibilidades, y en la década del 40 aprovecharon las fincas familiares Sofia e Himalaya donde producían café, para realizar las primeras apuestas por la plantación a unos metros 300 a 500 metros más alto, a través de tres variedades de semillas traídas desde Ceilán, previamente aclimatadas y cultivadas en Sasaima, Cundinamarca.
Las siembras fueron exitosas, por lo que Don Alberto decidió estudiar más sobre el cultivo y viajó al Perú para aprender directamente de una plantación en Cuzco. Emprendió el desarrollo a escala de la plantación sembrando 45 hectáreas en la hacienda Himalaya, y comprando maquinaria inglesa para el proceso del té. Los cultivos en la actualidad comprenden 55 hectáreas que están rodeados de un boque de niebla, la Reserva Natural Himalaya, adscrita a RESNATUR y a Parques Nacionales.
El emprendimiento dio sus primeros resultados con una versión de té negro artesanal que llamó té Sofía, que daría luego origen a la marca de té Hindú comercializada en un empaque de bolsitas de celofán y plegadiza, que posteriormente cambiaría a bolsa filtrante, y un té enrollado que fue desplazado por esta modalidad. La incursión de esta bebida en el mercado nacional que solamente contaba con el café y el chocolate, fue lenta y de aprendizaje, pues hasta los años sesenta los amantes del té tenían que recurrir a las farmacias para conseguirlo.
Treinta años después, en 1990, incursionó en el segmento de aromáticas, con la manzanilla como producto bandera. El té y las aromáticas se convirtieron en un sinónimo de bienestar entre las familias vallecaucanas. Poco a poco fueron entrando a nuevos segmentos como las infusiones frutales y el té soluble, su infusión de frutos rojos es el más vendido en su categoría.
En primera década del nuevo siglo innovó en su portafolio y agregó valor al consumidor desde la diversificación y la severización, creando infusiones saborizadas con frutas e ingredientes naturales como la estevia, así como la introducción del té verde y el rojo. En 2016, amplio el mercado con la propuesta de preparación de aperitivos y bebidas tipo cóctel sin licor hechos a partir de infusiones. Los expertos internacionales han otorgado las mejores calificaciones a “Bitaco Unique Colombian Tea”.