Ipiales está apenas a 10 minutos de Tulcán. Su cercanía con el Ecuador se convirtió en una bomba de tiempo gracias a la coyuntura del comercio que favorece a las grandes cadenas comerciales como el Éxito, Alkosto y Almacenes estrellas, quienes se han beneficiado con la lluvia de dólares que llegan del otro lado de la frontera.
En cambio al Ipaleño, que con esfuerzo ha mantenido su tienda de barrio o almacén, se ha visto perjudicado por esta bonanza. Pero el problema más grande lo carga el ciudadano de a pie. Los precios están por las nubes. En la Carrera 6, la calle principal del municipio, donde palpita el corazón comercial de Ipiales, un arriendo en un local costaba en el 2012 entre 200 mil y medio millón de pesos. La gente nacida acá no tiene cómo pagar ese arriendo entonces vienen del norte del país risaraldenses, quindianos, antioqueños y tolimenses ha acaparar el negocio local.
No solo los negocios se han encarecido. También el precio de los lotes. En el centro un lote que costaba 18 millones hace 10 años, hoy cuesta 270. Tampoco es barato comer. En el 2010 se mercaba con 100 mil pesos para una semana. Hoy los mismos alimentos valen tres veces más. Todo esto es debido al desafuero con que los ecuatorianos, envalentonados por el dólar, vienen a comprar a Ipiales.
Las cosas han cambiado completamente. Hace una década éramos nosotros los que íbamos a comprar a Tulcán. Hoy son ellos los que, involuntariamente, y por culpa de sus dólares, han encarecido la vida para los ipaleños.
Acá estamos preocupados, mientras la inseguridad, la carestía y el contrabando crecen, los salarios de los ipaleños van para abajo.