Rigoberto Urán es junto a Nairo Quintana los grandes abanderados de la nueva generación dorada de ciclistas colombianos. Ellos dos volvieron a abrir el camino que dejaron leyendas como Lucho Herrera y Fabio Parra en la década de los años 80.
De ellos apareció después todo el puñado de estrellas colombianas que hoy en día llenan los equipos más importantes del mundo. Egan, Dani Martínez, Chaves, Sosa, Gaviria, Molano, etc. Todos le deben su éxito a las dos figuras que poco a poco se acercan al fin de sus carreras profesionales.
El mayor de ellos es Rigoberto Urán. Rigo ya tiene 34 años y en los últimos años fue donde logró sus mejores resultados, como el 2° puesto del Tour de Francia 2017. La edad no le impidió ilusionar a un país entero con una posible nueva medalla en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero que eso no engañe a nadie. El paso del tiempo cuenta y retiro de Rigo desafortunadamente es cuestión de no muchos años.
Para asegurar su futuro después de retirado, Rigo ya sacó hace mucho su faceta de negociante. Su marca de ropa Go Rigo Go ya está en varias ciudades del país y este no es el único negocio que tiene.
Ahora también existe El Giro de Rigo (su carrera benéfica), El Café de Rigo (cafetería), Support Go Rigo Go (taller de bicicletas) y Cyro Go Rigo Go (Terapia deportiva a base de frio). Los negocios se encuentran en varios puntos de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Tunja, Cali y hasta Montería. Sin embargo, el plan de Urán es promocionar sus marcas fuera del país, y es por eso que anunció que El Café de Rigo pronto tendría sede en Estados Unidos.
Mijitos tengo estilo? muy pronto el #elcafederigo en Miami, Medellín, Cali, Bucaramanga. Síguenos pic.twitter.com/R269JdbxuB
— Rigoberto Urán ЯU (@UranRigoberto) August 23, 2021
La ciudad elegida, según el mensaje de Urán en redes sociales, será Miami. De esta forma es que Rigo espera seguir amasando una buena fortuna para disfrutarla en los años donde finalmente tenga que colgar la bicicleta del todo. Desde ya se puede asegurar que Urán no va a pasar una mala vida.