La nueva directora del Instituto de medicina legal Claudia García Fino era la mano derecha del saliente director Carlos Valdés, y como subdirectora de servicios forenses tuvo también responsabilidad en el errático informe sobre la muerte de Jorge Enrique Pizano, que le costó el puesto a Valdés. Este logró que el Fiscal Néstor Humberto Martínez aceptara a su candidata y con esto pudo blindarse y darle continuidad a sus directrices. Fue él quien promovió a esta funcionaria como directora regional de Bogotá y Cundinamarca y luego la ascendió al cargo directivo desde donde pasó a la dirección. Ella no pudo asumir el encargo inicial por estar incapacitada y por esto el doctor Jorge Arturo Jiménez Pájaro ocupó el cargo brevemente, pero la escogida desde un primer momento era Claudia García Fino.
El exdirector de Medicina Legal dejó sucesora
Carlos Valdés, quien renunció en medio del escándalo por la confusa muerte de Jorge Enrique Pizano, logró que su mano derecha lo reemplazara