Aunque Joaquín Gómez nació en Barrancas, La Guajira, durante más de 30 años fue el hombre duro de las FARC en el sur de Colombia. Llegó hasta Florencia para ser profesor en la Universidad de la Amazonia después de estudiar en la Unión Soviética, pero las constantes y serias amenazas por su abierta militancia en el Partido Comunista, decidió enlistarse en la guerrilla. Rápidamente, Gómez demostró ser uno de los hombres troperos en el monte hasta que se convirtió en el Comandante del Bloque Sur, con el que hizo la famosa toma de la base de Patascoy, en Nariño, y uno de los integrantes del secretariado.
Tras el acuerdo de Paz Joaquín Gómez volvió a su tierra para ponerse al frente de la zona veredal de Pondores, y a pesar de los contrapiés de la implementación, el excomandante guerrillero le ha apostado todo a la vida después de las armas.
Aunque después de la desmovilización y creación del Partido FARC se rumoraba que Jesús Toncel —su nombre de pila— se iba a retirar definitivamente para dedicarse a la lectura y a la tranquilidad en su tierra natal, le pudo más la vena política y fue el primero que se lanzó al ruedo electoral para ser gobernador de La Guajira, un duro departamento dominado por las viejas dinastías Deluque, Ballesteros o Sierra.
El excomandante se la pasa viajando de reunión en reunión para conseguir respaldos a su candidatura. Sin embargo, también le metió fiesta y celebración a su campaña política. El último viaje que hizo fue a Barrancas, en donde se encontró con su entrañable amiga Yiya Roys Cerchar, tía del cuestionado exdirector del Departamento para la Prosperidad Social —DPS— Nemesio Roys, quien también aspira a la Gobernación con el respaldo del representante a la Cámara Alfredo Deluque. Yiya Roys Cerchar también es sobrina del exgobernador condenado Kiko Gómez Cerchar.
Pero Roys no es el único rival de Joaquín Gómez. A la carrera electoral ya se sumaron el exconsul en Maracaibo Jorge Pérez Smith, que tiene el respaldo de su papá el exgobernador Jorge Pérez; y el exconcejal de Barranquilla Miller Soto, hijo del exalcalde de Barrancas, quien terminó en una silla de ruedas después de que lo intentaran secuestrar cuando tenía 15 años.
Durante la fiesta, Joaquín Gómez perdió la oportunidad de bailar y escuchar los discos de Alfredo Gutiérrez que siempre le han gustado. A pesar de las distancias políticas que ha tomado con respecto al grupo de Timochenko, Gómez decidió mantenerse firme con la implementación, como le dijo al presidente Duque cuando estuvo de visita en Pondores en agosto pasado.
