"Siendo las 8:00 p.m, han pasado 23 horas desde que llegamos aquí para asumir la defensa técnica y yo le pregunto, su señoría, ¿qué garantías para el derecho a la defensa suponen estos cuerpos trajinados y seguramente malolientes, estos medio cuerpos solo compensados por nuestro espíritu fortalecido por estos rostros, que hemos visto llorar y reír, y que siguen con la frente en alto?"
Estas fueron palabras de David Uribe, abogado de las compañeras y compañeros, anoche en los juzgados de paloquemao.
Con alguien de a pie dialogué en estos días, y andando a pie me pregunto, sinceramente, bueno ¿y qué es terrorismo de estado?
Terrorismo de estado es no poder confiar en el sistema judicial colombiano, que como instrumento del régimen, nos persigue como movimiento social y popular colombiano que no nos conformaremos con el fin del conflicto armado para que todo siga igual y más tranquilo, sino, por el contrario, queremos paz, y no solo paz, queremos paz con justicia social.
Terrorismo de estado es sentir que las instituciones del mismo son un peligro para ti. Y cuando me refiero a las instituciones del estado, me refiero a su sentido amplio, porque cuando los medios corporativos de comunicación como Caracol y RCN juzgan a líderes sociales del Congreso de los Pueblos, violando su derecho a la presunción de inocencia, dejando de lado cualquier deber de objetividad y alineándose con los objetivos del gobierno de Juan Manuel Santos es porque son instituciones del aparato estatal que solo buscan mantener el orden injusto que tenemos.
Terrorismo de estado es recordar que, así como hoy nos veremos en el plantón frente a los juzgados de paloquemao, hace dos años nos vimos en el plantón frente al Ministerio de Agricultura ante las dignas movilizaciones del movimiento campesino de la región del Catatumbo; la fuerza pública había asesinado a varios campesinos buscando desmovilizar la masiva movilización causando el peor terror, ese que te pone a pensar que puedes perder tu vida por tener dignidad y no querer dejarte pisotear. Así fue como también capturaron arbitrariamente al líder campesino Huber Ballesteros de la Marcha Patriótica. Así fue como también capturaron al profesor Pacho Toloza por pensar diferente al establecimiento, así fue como también aun hoy en día lo persiguen y de la misma manera llevan años aterrando al profesor Miguel Angel Beltrán por pensarse el conflicto armado colombiano.
Los últimos días he pensado recurrrentemente en el significado del terrorismo de Estado en Colombia. El lío para mí es que, más que pensarlo, lo he sentido. Sentir el terrorismo de estado finalmente es sentir terror, pero, al mismo tiempo, es sentir rabia, indignación, ganas de hacer mejor las cosas que se venían haciendo porque no se puede permitir más atropellos, entendiendo que la única manera de no seguir sintiendo ese terror es simple y llanamente construyendo un nuevo país justo, digno y soberano en donde quepamos todas y todos.
Precisamente por esa digna rabia es que debemos seguir al lado de las compañeras y compañeros que hoy estarán en paloquemao, porque es con alegría y creatividad que se responde al terrorismo de Estado, porque ante el terror es la fuerza del amor eficaz y la organización social y popular la que vencerá la batalla.
@ShameelThahir
