Tan pésima es Electricaribe operando el servicio de energía, que se volvió usual viajar por las carreteras de la Costa, encontrando con frecuencia las vías taponadas, por la gente protestando y con toda la razón, por los permanentes cortes de energía. Es tal el irrespeto por el ciudadano, que dependiendo de la mínima importancia del pueblo, el corte puede durar hasta varios días.
¿Imaginan el infierno que es dormir en la Costa sin un simple abanico o ventilador que refresque el ambiente?
Cuando eso sucede, o hay que echarse alcohol mentolado en todo el cuerpo, que vulgarmente se conoce como “el aire acondicionado de los pobres”, o salir a pelear con los mosquitos en las terrazas o en el balcón de la casa, espacio del que carecen las modernas construcciones.
Pero… ¿Cómo llegamos a esta profunda crisis del servicio de energía en la Costa? Recordemos que inicialmente, la operación del sector eléctrico estuvo en manos de una casa política durante al menos tres cuatrienios presidenciales, cuando se realizaron la mayoría de las cuantiosas inversiones; hidroeléctricas y térmicas para generar energía eléctrica, así como las redes de distribución local y adicionalmente, la gigantesca inversión de la interconexión de todo el sistema.
Cuando la crisis de los noventa, se llegó a la conclusión de que se tenía que concesionar la operación, se prefirieron empresas extranjeras aduciendo que, no solo lo hacían mejor, sino que las nacionales no tenían el dinero para las inversiones que se requerían, más o menos la cosa fue así.
Hoy, los ciudadanos queremos conocer un detallado informe sobre la ejecución del contrato con esta ineficiente operadora, si tenían obligación de hacer inversiones, o (supongo) que al menos, simplemente mantener la infraestructura en buen estado para la normal y eficaz prestación del servicio.
Queremos saber, cuáles fueron esas cuantiosas inversiones que hicieron los operadores extranjeros… si es que las hubo, cuánto costaron y cómo se han asegurado para mantener en buen estado la costosa infraestructura que “tan graciosa y generosamente” recibieron, que suponemos, al menos, se debe haber mantenido bien.
Cuando se privatizó esta operación, se nos vendió la idea
de que a la Costa se le había aparecido la Virgen
encarnada en la empresa española “tan seria”
Cuando se privatizó esta operación, se nos vendió la idea de que a la Costa se le había aparecido la Santísima Virgen encarnada en la empresa española “tan seria” que llegaba a operar el servicio de energía. Hoy en cambio, tan solo me gustaría saber, cómo van a responder al desastre que dejan.
Los ciudadanos queremos saber, ¿qué acciones legales hay en curso para que se indemnice a la nación?, ¿qué controles se pusieron y quienes eran los encargados de aplicarlos? Y si estos se cumplieron, lo que a veces no sucede, por la mentalidad subalterna de algunos encargados de imponerlos.
También sería bueno saber, cómo va la nación, la principal responsable de estas privatizaciones, a responder a los costeños por las inversiones que se necesitan para actualizar toda esta infraestructura.
Después de este fracaso con el operador extranjero,
vale la pena explorar la posibilidad
de volver al modelo anterior
Después de este fracaso con el operador extranjero, vale la pena explorar la posibilidad de volver al modelo anterior, recuerdo que la Electrificadora de Bolívar, empresa principalmente distribuidora con una mínima generación que se hacía en una vetusta planta, funcionaba bien. Siempre se pone como ejemplo a Empresas Públicas de Medellín, pero así no haga parte del sector eléctrico, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá –EAAB-, también es un buen ejemplo y estoy segura que hay otros.
Lo clave es crear un buen modelo de gestión e imponer los más estrictos controles que permitan garantizar al ciudadano, tanto de que va disfrutar de un buen servicio de energía como de que los recursos se van a manejar de manera transparente.