El nombre de Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, apareció en letras de molde en varios medios de comunicación del mundo. Su decisión de bautizar el estadio de Villavicencio con el nombre “Rey Pelé”, en homenaje a la memoria del ídolo del fútbol mundial fallecido el 29 de diciembre de 2022, fue ponderada especialmente por la crónica deportiva y le significó su cuarto de hora de popularidad.
Zuluaga espera ahora que ese bautizo sea aprobado por la Asamblea Departamental. Según sus colaboradores, así verá fortalecida su imagen de promotor del deporte en uno de los departamentos más sufridos del país por causa de la violencia.
Sin embargo, lo que el resto del mundo desconoce es que los contratos para dotar a su departamento de mejores espacios para la práctica del fútbol y otras disciplinas deportivas podrían convertirse en un dolor de cabeza para el gobernador. No sólo sus opositores, sino veedores ciudadanos y un sector de la prensa consideran que el mandatario puede estar pasando por encima del estatuto de contratación en la construcción del escenario deportivo por excelencia: la Villa Olímpica.
Si bien es cierto que el contrato para la construcción de la obra fue firmado en 2019 por su antecesora, Marcela Amaya García, por un valor inicial de $60.322 millones, Zuluaga le ha dado curso a una serie de adiciones que han duplicado su monto y hoy supera los $115.000 millones.
De manera paralela con esas adiciones, el mandatario y su director departamental de deportes, Fabián Torres, habrían excluido del contrato original obras que harán parte del complejo, como una pista de patinaje, una pista de atletismo y otra de BMX o ciclismo a campo traviesa. Esas obras serán contratadas ahora por separado.
Al tomar esas decisiones los dos funcionarios habrían incurrido al menos en dos conductas reprochables: violación al principio de planeación y fraccionamiento de contratos.
Bruticia Malecha, personaje de internet
De entre el círculo de veedores ciudadanos surgió recientemente un personaje que ha ido ganando espacio en las redes. Se trata de alguien que encarna a un simpático travesti, de humor ácido, que se identifica como ‘Bruticia Malecha’. El personaje suele seguirle el paso al ritmo de la contratación pública, aunque con frecuencia se queja de que los despachos públicos no atienden sus derechos de petición y también de intentos de vetos.
Aquella cadena de adiciones al contrato para la construcción de la Villa Olímpica se inició el 22 de febrero de 2021 y se extendió hasta el pasado 27 diciembre. Con ellas, el valor del contrato subió a $95.222 millones. Al contratar por separado las pistas y un escenario que la administración llama “multipropósito” los contribuyentes del Meta tendrán que pagar más de $155.000 millones.
Las2Orillas se comunicó con el director del Instituto de Deportes y Recreación del Meta, Fabián Torres. El funcionario explicó que las adiciones tienen una explicación técnica y están destinadas a mejorar el proyecto inicial. “Esta administración evalúa el alcance inicial, se dimensiona y se proyecta a un a un estadio con ampliación de graderías para extensión del aforo, cubierta, adecuación de los camerinos, placa de contrapiso en circulación, barandas y silletería”, precisó.
A su juicio, era necesario preparar un estadio que permita la práctica de fútbol profesional de alto rendimiento con competencias de nivel internacional de alto rendimiento con competencias de nivel internacional y convertirla en una edificación integral. Según él, la administración Zuluaga pensó en buen momento en un escenario sujeto a las condiciones establecidas por Conmebol y por la FIFA. De ahí que fuera necesario integrar el ahora estadio Rey Pelé a la Villa Olímpica.
Explicó que las obras supuestamente desagregadas no estaban contempladas en el proyecto original. La pista de patinaje, la pista de atletismo y el complejo multipropósito nacieron de la identificación de necesidades sobre los escenarios, con especificaciones actualizadas y en capacidad de sustituir a las vetustas instalaciones actuales que, como la pista de patinaje, no dispone de la cuerda de 400 metros para entrenamiento de alto rendimiento.
El contralor Jaime Londoño y el gobernador Juan Guillermo Zuluaga
Cuando recién comenzaban los cuestionamientos y los conatos de escándalo la Contraloría departamental del Meta dispuso el archivo de una indagación preliminar por presunto detrimento patrimonial, según lo consigna el auto 01822 del 31 de mayo de 2022.
La decisión recibió una lluvia de críticas de quienes creen que la decisión, tomada de manera inusualmente ágil, solo ha servido para inhibir actuaciones posteriores del órgano de control y para garantizar impunidad fiscal a los funcionarios que podrían resultar comprometidos en los desafueros contractuales.
Los cuestionamientos se extienden a posibles vínculos políticos entre el gobernador del estadio Rey Pelé Juan Zuluaga y el contralor Jaime Londoño Flórez, lo que implicaría la ausencia de control efectivo. Ambos han negado ese tipo de relación.
Voces de la oposición en la Asamblea departamental del Meta están considerando la posibilidad de solicitar una intervención excepcional de la Contraloría General de la República. Aunque esta última opción parece muy remota porque en la práctica el caso ya está resuelto por la contraloría territorial, lo está desde antes de que se produjeran las adiciones que tantas críticas han merecido.
Como suele ocurrir en un año electoral, la contratación sigue siendo tema de campaña. No faltarán aquellos que quieran explotar esta información en desmedro de los candidatos del partido de La U en las próximas elecciones regionales. La U eligió gobernador a Zuluaga, ministro de Agricultura durante el segundo mandato de Juan Manuel Santos.
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