Este martes 10 de septiembre falleció Francisco Lopera Restrepo, un hombre que le dedicó gran parte de su vida a investigar un padecimiento tan común como el Alzheimer, la enfermedad del olvido. Hace un mes había decidido retirarse a causa de un tipo de cáncer en la piel que padecía y que terminó siendo la causa de su fallecimiento, pero su legado está más que vivo y, aún más que eso, su investigación quedó en buenas manos.
Ya desde antes de su retiro, el cual se dio el 15 de agosto, Lopera le había pasado el testigo del prestigioso Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA) de la Universidad de Antioquia que presidió durante 40 años a uno de sus pupilos. El honor le correspondió a David Aguillón Niño, un médico graduado de esa institución que llevaba más de una década trabajando de la mano con el más reciente ganador del Premio Potamkin, conocido coloquialmente como el Nobel de la investigación sobre Alzheimer que entrega la Academia Americana de Neurología.
Joven, pero experimentado
Aguillón, quien además es Doctor en neurociencias, fue profesor de varias asignaturas en una de las universidades públicas más importantes del país, ha tratado directamente a pacientes con Párkinson, Huntington y demás y desde el GNA ha ayudado a coordinar diversas investigaciones sobre enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, investigaciones que están enfocadas en la detección de biomarcadores y genes que producen la enfermedad desde temprano para que se pueda diagnosticar antes de que aparezcan los síntomas y asimismo sea tratada de una mejor manera. Esto debido a que el trabajo de Lopera se centraba más que todo en la prevención.
Ahora, el joven quedará a la cabeza de un gran grupo de investigadores que, siguiendo la línea que dejó Lopera, seguirán firmes sacando adelante un GNA que se ha ganado a pulso el reconocimiento de ser uno de los grupos de investigación más importantes, no solo de Colombia, sino de todo el mundo. Con medicamentos como lecanemab y donanemab aprobados y en circulación y con médicos como él a la vanguardia el mundo está cada vez más cerca de encontrar, de una vez por todas, una cura para el Alzheimer.
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