Después de un inicio de eliminatorias desastroso para la selección, las directivas decidieron poner en el banquillo a Reinaldo Rueda, el joven pero experimentado técnico que había dirigido de manera intermitente a las selecciones sub-20 desde 1992.
Como reemplazo de Francisco Maturana, Rueda empezó a obtener los puntos que Colombia había perdido en las primeras cuatro fechas, y sorpresivamente logró entrar entre los equipos a pelear la clasificación a Alemania 2006.
Con victorias contundentes frente a rivales directos como Uruguay, Perú, o Ecuador. Además de un empate frente a Brasil, Colombia solo tenía que evitar perder puntos, y se fue a jugar la vida en Montevideo frente al equipo que le seguía de cerca en la tabla de posiciones.
El partido inició reñido y bien disputado por parte de ambos equipos, pero finalizando la primera parte e iniciando la segunda, Uruguay logró la ventaja considerable de dos goles. Colombia estaba quedando 6to y casi con un pie fuera del mundial.
Sin embargo, faltando 10 minutos para acabar el encuentro, un gol de Soto y un cabezazo de Juan Pablo Ángel ponían el partido en tablas y daban un respiro a la tricolor. Pero, en ese preciso momento, Rueda hizo algo impensable, sacó al delantero Luis Gabriel Rey y metió a Martin Arzuaga, otro jugador de ataque.
En vez de cuidar el resultado y meter a un jugador defensivo, Rueda quiso ganar el partido y ese cambio le costó caro. Al minuto 87, en un contra letal del equipo uruguayo Zalayeta puso el 3-2 a favor de la celeste y dejó a Colombia moribunda en la clasificación.
El error se hizo más visible cuando no se le pudo ganar a Chile en Barranquilla, y se firmó la ausencia de Colombia en Alemania 2006.
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