La traición es un comportamiento que es contrario al contenido de la palabra, en su fidelidad, lealtad, compromiso y vínculos establecidos (emocionales, morales, éticos, ideológicos, racionales, sociales, materiales). Dicho de otra manera, es el rompimiento de un pacto, trato, para consigo mismo, un miembro de la familia, un amigo, una organización social, un país, el mundo.
Los resultados de una traición afectan a la persona, personas o sociedad en general, en lo emocional, económico, cultural, convivencia, solidaridad, confianza, justicia, credibilidad, etc.
Superar la traición depende de los lazos o vínculos establecidos con el traidor. ¿se le puede perdonar?
El escenario de la traición se debe identificar a través de las circunstancias (contexto), donde se ven reflejadas las motivaciones, necesidades, presiones, intimidaciones, vulnerabilidades, debilidades, importancia o valoración que se tiene entre las personas por algún vínculo, celos, envidia, reputación, venganza, odios, etc.
La propia traición (interna - personal) es aquella en la que no reconocemos, sinceramente, que en ocasiones no racionalizamos ni vemos las diferencias entre los que sentimos, pensamos y nuestro actuar.
La traición externa, es la instrumentalización de la razón, condicionándola, mediante argumentaciones que sustenten el rompimiento de la palabra. Es más, hasta se calcula sus resultados, su mejor soporte. Al respecto se responde que salir de ese grupo es más rentable, que permanecer a él. Es romper los vínculos, de lealtad, compromiso, confianza, credibilidad, afecto, ideales, etc. que unen una familia, grupo, institución, país. Y por qué no decir, que para con la propia naturaleza.
Los orígenes de la traición son de orden psicosociopolíticos. Miedo a la soledad, a la no aceptación, celos, no reconocimiento, pérdidas económicas, desprestigio, mala imagen, venganzas, odios, dominación, poder, intereses, deshonestidad, etc.
Los traidores externos son aquellos que se caracterizan por ser interesados y calculadores (predictor) para romper con los vínculos y compromisos sociales; y de esta manera poder evadir los compromisos legales, comunitarios, estructurales, afectivos, mantener unas condiciones inhumanas que benefician a ciertas elites, establecer una falsa conciencia de la realidad, se dan a conocer que le sirven al pueblo, pero eso es falso, justifican sus comportamientos estableciendo que la política es dinámica, etc. Como se puede deducir la mentira (falsas justificaciones) y el ser tramposo (ilusionista) es una forma camuflada de ser traidor.
Los traidores, no nacieron ahora, eso es histórico, comencemos. Eva traiciono a Dios y engaño (otra forma de traición) a Adán; Judas, traiciono a Jesús por 30 monedas de plata, se excluyó de la última cena. El significado de la última cena, que puede ser equivalente a las relaciones internas (cohesión) de los grupos sociales y políticos, es el poder que a su interior tiene las interacciones sociales (intersubjetividad). Otra mirada a la traición es la que nos muestra Mateo 26:75 “… Antes que cante el gallo, me negarás tres veces…”
Si ahondar en los hechos de cada uno de ellos, otros traidores son: Marco Junio Brutus, Napoleón Bonaparte, La Malinche, Guy Fawkes, Julius y Ethel Rosenberg, Benedict Arnold, Efialtes de Tesala, Karel Curda, Robert Ford.
Lo que han hecho estos protagonistas y los de hoy en día, es no cumplir la palabra, lo prometido; lo cual no es otra cosa que traicionar sus sentimientos, emociones, actos, creencias, ideologías, normas, valores, vínculos con el otro (alter ego), amistades, o seguidores, para adaptarse a otras condiciones que lo benefician.
La mejor estrategia del traidor es ganarse la confianza y el afecto de la víctima (Dante Alighieri). Esta estrategia se puede ver en el actuar de Dalila (Jueces 16:1-28), que, por cien siclos de plata, entrego a Sansón a los filisteos para darle muerte. El objetivo fue averiguar de dónde provenía su gran fuerza y ella se valió del afecto, sentimientos y amor, para arrebatarle su secreto (el cabello). Lo triste de estos relatos bíblicos, es que Jehová fue el traidor de Sansón. En el versículo 20 dice: “Y le dijo (Dalila): ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.” Por lo dicho la fuerza física de Sansón provenía de una relación, convenio con Dios, quien era la fuente de esa fuerza.
Popularmente se dice que: “no hay cuña que más aprete que la del mismo palo”.
Elaborando una analogía, la fuerza de nuestros políticos es suministrada, o su fuente es originada por la ciudadanía, pueblo, comunidad (voto).
Ahora bien, para mí, el peor enemigo del traidor es la cohesión social. La “cohesión social” viéndola como un texto (lenguaje de una entidad social), es simplemente los vínculos sociales entre las personas, que su contexto (significante del texto), le suministra las condiciones para que se revele, verifique y compruebe su realidad. En consecuencia, el texto se materializa cuando el contexto le haya brindado las condiciones de acción.
Un ejemplo y que me gusta mucho es sobre la pregunta. ¿Un huevo potencialmente que puede ser? La respuesta es un pollito. El lector se preguntará ¿Qué tiene que ver esto con lo dicho a esta altura?
Sencillo. El huevo es el texto, pero para que sea pollito requiere del contexto. Este contexto no puede ser un animal diferente a la gallina. La gallina incuba sus huevos para que ellos eclosionen. Analógicamente son los contextos los que permiten el desarrollo de las potencialidades de las cosas y personas. Un candidato a la alcaldía de Bogotá eso es lo que quiere hacer con la educación, seguridad, salud, cultura, transparencia, etc. Sumado a lo anterior es una palabra que no será traicionada. A esa palabra se le brindará los mejores contextos para su potenciación.
Profundicemos lo anterior. En Juan 1:14, lo dice de otra manera, pero su significación o representación es la misma: “Y el verbo (texto) se hizo carne, y habitó entre nosotros (es una realidad). Lo que señala es que el contexto le dio significancia y representación al texto.
El texto de las personas se identifica a través de las intersubjetividades, representadas en los valores, normas, creencias, ingresos, cultura, acceso a los bienes y servicios, estudios, lugar de habitación, historial familiar, estatus social, ideología, etc. donde el contexto familiar, económico, social, laboral, político debe ser el escenario de las oportunidades. Facilitando de esta manera desarrollar los potenciales humanos como el intelectual, el racional, social, afectivo, etc.
La integración entre las personas (cohesión social) construye una comunidad, que la hace más unida, solidaria, empática, con una convivencia armónica, simétrica y democrática. Es una dialéctica entre la inclusión y la exclusión social o entre la integración y la segregación. En consecuencia, la palabra debe tener un poder moral y ético.
Los elementos que pueden llevar a los conflictos, pueden ser el carácter (personalidad), la condición económico - social, la ideología, sus creencias, el oficio que desempeña, las rivalidades, celos, egoísmos, egolatrías, desconocimiento, etc.
Tener información sobre el comportamiento social (pensar, sentir y actuar), es clave para determinar cuáles son los contextos que se deben establecer para el beneficio de unos pocos. Pobreza, conflictos, ignorancia, miedo, odios, desigualdad, gustos, posiciones ideológicas, etc., elementos o factores que bien manejados y estructurados, permiten eliminar la cohesión social, manejar el razonamiento emocional, socializar la mentira (verdad falsa), justificar la traición, etc.
La traición política, para Maquiavelo, es el único acto de los hombres que no se justifica. De igual forma el tipo de traición se puede identificar de acuerdo con el prototipo de vínculo que se tiene con el que se va a traicionar (victima).
Los traidores políticos se caracterizan, entre otras cosas, que no critican, sino censuran y difaman contra la persona que plantea nuevas formas de vida social, comunitaria. Su papel debería enfocarse a criticar los programas, proyectos, planes de acción, demostrando las fallas, falencias, errores, incongruencias, obstáculos para los procedimientos o resultados de los objetivos propuestos, etc. Es evidente que una política pública bien planteada lo que busca es satisfacer las expectativas ciudadanas y no a la persona per se (político).
Estos funcionarios lo que buscan es hacer más daño a la persona que a sus propuestas políticas, que están bien sustentas y con argumentos que prueban los beneficios sociales y comunitarios.
Usted lector, lectora, a estos personajes ¿los calificaría como traidores?: Miguel Abraham Polo Polo, Jonathan Ferney Pulido Hernández, Luvi Katherine Miranda Peña, Julia Miranda Londoño, Carolina Arbeláez Castaño, Antonio Navarro Wolff, Otty Patiño, Everth Bustamante García, Eduardo Chávez, Rosemberg Pabón Pabón, Augusto Osorno, Carlos Alonso Lucio López. y a quiénes más añadiría a lista.
En resumen, la forma de acabar con los traidores es a través de la cohesión social, identificándolos, no seleccionarlos para cargos públicos, en los cuales el bienestar y porvenir de la comunidad está en juego.