Culmina la elección en Brasil y quienes marcan el mapa de América del Sur con el color rojo identificando la izquierda y el azul donde gana la derecha tiñen de rojo a un continente que sigue con muchos problemas sociales, económicos y donde se comprueba que la izquierda poco resuelve.
El marxismo hoy disfrazado de socialismo de siglo XXI gana más espacios, el populismo convence al más ingenuo, los neointelectuales hablan sobre la utopía y en muchos casos impulsan al de mayores antecedentes para que gane la presidencia por ejemplo hace 1 año Lula da Silva no era bien visto, había salido de la cárcel en 2019, todos recordaban el penoso caso de súper corrupción de Odebrecht que llevó a varios presidentes a la cárcel, la debilidad institucional en el continente, la presión armada hace regalar indultos que después se avalan con mentiras para llegar al poder y destrozar la economía de su país más no la propia (personal) ya que esos líderes llegan al récord de lo más ricos del mundo: Fidel Castro, la familia Chávez, los Kirchner, las soluciones sociales las reducen a subsidios que genera más pobres, destruyen la economía.
La izquierda es agresiva haciendo oposición y a ellos los medios les dicen estadistas, pero un derechista les responde y es populista, incluso le dicen nazi, parece que no hubieran escuchado el discurso de Hitler, la izquierda es agresiva y la derecha es pasiva, tal vez quienes mejor ejemplo dan de como desenmascarar a un socialista son Trump, Marco Rubio y Ron DeSantis de Estado Unidos, Bolsonaro en Brasil, Milei en Argentina, Bukele de Salvador los esfuerzos de Lacalle de Uruguay, Lasso de Ecuador mostrando que al verdadero populista se le habla de frente y que a la gente se le ofrece soluciones encaminadas al libre comercio, a la libertad, a proteger la vida, a empoderar mujeres, ir a la transacción energética responsable, proteger las familias y no ser más mano blanda con criminales.
La izquierda nos reescribe la historia y pinta otro mundo, coloca a la comunidad LGTBIQ aplaudir al sanguinario del Che Guevara y no le cuenta su abominación a esa comunidad, es momento de defendernos del populista, pensando en El futuro de nuestros países, nuestras familias y no decir en unos años que por nuestra pasividad atravesamos fronteras a pie.
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