El barrio El Laguito cuyas grandes mansiones han sido utilizadas por el régimen cubano para recibir huéspedes extranjeros, nació alrededor del campo de golf del Country Club que aún se conserva, a comienzos del siglo XX. En 1911 un grupo de norteamericanos e ingleses residentes en La Habana, y liderados por Frederick Snare (ingeniero de Nueva York constructor de puentes en Cuba), compraron los terrenos de una finca donde se edificó la casa del Club y un hermoso campo de 18 hoyos par 72 con una dimensión de 36 hectáreas. Un diseño que todavía es referencia para los campos de golf en el mundo contaba además, con canchas deportivas, un club hípico, piscinas y un hotel para alojamiento.
El Club que posteriormente fue ampliado mediante contribuciones de los asociados, se convirtió en 1933 en el Havana Biltmore Yacht and Country Club, aumentando la membresía en la medida que se incorporaban socios acaudalados cubanos y le abría las puertas a los extranjeros, especialmente los norteamericanos, que llegaban a una Cuba cosmopolita que en su momento llegó a contar con 3.940 asociados. Un lugar tan pretencioso que a pesar de que el dictador Fulgencio Batista había sido nombrado socio honorario no lo dejan entrar porque era negro. Para poder inaugurar en 1953 unas obras en el muelle para reparar embarcaciones en un lago artificial a Batista se le habilitó un acceso especial al costado del club. Los grandes magnates norteamericanos como Ringling, DuPont, Astor y Hershey que disfrutaban las vacaciones en La Habana utilizaban el club como centro de actividades.
Fue uno de los primeros lugares que se tomó la revolución Castrista de 1959 y un año después del triunfo, en 1960 Fidel Castro y el Che Guevara decidieron construir en sus instalaciones el actual Instituto Superior de Arte.
Alrededor del Club se construyó en los años 20s el proyecto residencial Miramar, que sigue siendo la zona residencial más lujosa de Cuba, con mansiones de estilo provenzal, neoclásico, art decó y colonial californiano que el gobierno de Castro confiscó. La zona comprendía desde el hoy Barrio Siboney, no lejos del Laguito, donde viven Raúl y Fidel Castro, así como el barrio Cubanacán. Algunas de las casas están dadas en comodato a los más leales al régimen como el Cantautor Silvio Rodríguez, otras son hoy denominadas Casas de Protocolo y están destinadas a recibir los huéspedes ilustres del gobierno.
La Casa No 6 construida en 1959 en el área de El Laguito fue durante muchos años de uso exclusivo de Gabriel García Márquez, a quién Fidel Castro decidiera regalársela para sus largos períodos de estancia en Cuba, después de que García Márquez recibiera el Premio Nobel de Literatura en 1982. También residen allí algunos embajadores o empresarios extranjeros y se alojan políticos aliados como Evo Morales o Nicolás Maduro. Mientras luchaba contra el cáncer, el desaparecido Hugo Chávez vivió con sus hijas en la casa número 30, una mansión que perteneció al millonario Mark Pollack, uno de los más grandes exportadores de tabaco antes de la revolución.
La zona del Laguito es la más resguardada por las tropas del Ministerio del Interior, allí existen un total de 120 casas, que tienen entre una y seis habitaciones, todas completamente amobladas, con servicio doméstico y chofer con limosina incluido. Como en cualquier hotel hay casas sencillas y otras cinco estrellas con mayores lujos y piscina. Toda el área está vedada a los ciudadanos comunes, nadie ajeno a la lista de invitados puede entrar en ella. Este es lugar donde el gobierno cubano hospeda a los miembros negociadores de las FARC, y a donde se desplazan los asesores que con autorización del Alto comisionado para la paz pueden reunirse con los negociadores.
Allí también queda el Palacio de Convenciones donde se han desarrollado los diálogos entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.