En el año 1938 se inauguró en el centro de ciudad el San Jorge, uno de los teatros mas innovadores para la época y que llegó a ser considerado como el mejor de Bogotá. Su contrucción, que se basó en el estilo Art Déco, estuvo a cargo del arquitecto Alberto Manrique Martin y fue financiado por el empresario bogotano Jorge Enrique Pardo, quien quería vincularse al mundo del espectáculo y por eso decidió construir un espacio que ayudara al desarrollo cultural de la capital.
Los inicios del San Jorge se escribieron en páginas doradas. La apertura de sus puertas fue primera plana en varios periódicos locales y desde el primer momento empezó a reunir a la elite capitalina. En definitiva era un lujo estar en el teatro, en él se proyectaban varias películas de cine, se presentaban las obras de moda y se tenía un rato de esparcimiento sin igual. Durante 30 años reunió a figuras como Laureano Gómez, Carlos Lleras Restrepo y Alfonso López Pumarejo, y fue el teatro insignia de los "ricos" de la ciudad.
El Teatro San Jorge en los años 40´, hoy venido a menos. Construido en art-déco, fue inaugurado en 1938. pic.twitter.com/dTc5TgCt9S
— Juan Cardozo (@JuanCar2869) August 11, 2014
Lastimosamente, debido a la creciente inseguridad que se comenzó a vivir en el centro de la capital, en 1966 Pardo vendió el teatro y ese fue el detonante para su decadencia. Primero pasó por varias administraciones, ninguna con éxito, hasta que terminó en las manos de la Royal Films. La productora en un principio empezó a proyectar películas mexicanas, pero con el tiempo el cine porno se fue convirtiendo en producto insignia del lugar. Incluso, varios testigos aseguran que dentro del teatro habían prostitutas listas por si algún cliente las solicitaba.
El teatro San Jorge año 2012. pic.twitter.com/0PPV3GRLyi
— Historia Bogotana (@historia_bogota) August 22, 2020
En 1997 la Royal Films se cansó y volvió a vender el teatro a un comerciante que lo convirtió en una bodega, dañando varias partes del interior, pero cuando se enteró que el lugar es patrimonio cultural de la ciudad, decidió parar la reconstrucción y cerrarlo permanentemente. En ese momento fue cuando empezó a ser casa para los indigentes y a ser considerado como un lugar de tolerancia para muchos habitantes del sector.
En 2014, IDARTES adquirió el predio del teatro e inició la idea de la recuperación de la edificación, proceso que convirtió en una realidad el 15 d enero del 2021, cuando adjudicó la obra a una firma.
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