Antes de ser bautizada como el ARC Almirante Padilla, esta fragata había participado en uno de los momentos cumbres de la historia de la humanidad. Es que hizo parte de la flota naval con la que los Estados Unidos contra la expansión nazi en la Segunda Guerra Mundial. Se llamaba el US Navy Groton. En 1946, un año después de la confrontación terminara, el gobierno del general Eisenhower se lo dio al de Mariano Ospina Pérez, entonces presidente de la república.
Los tiempos de paz exigían una nueva función para la fragata. Por eso la armada la tomó como un Buque Escuela para formar cadetes. El nombre que llevó desde ese momento y que 74 años después de su creación sigue siendo uno de los símbolos de nuestras fuerzas armadas.
La primera confrontación en la que debutó la fragata fue la Guerra de Corea. En plena puja diplomática contra la Unión Soviética, Estados Unidos disputó el paralelo 38 con el que los dos sistemas económicos imperantes, el capitalista y el comunista, se midieron. Estados Unidos mandó tropas para pelear contra los comunistas del Norte para apoyar a los del Sur. El único país en Latinoamérica que decidió apoyar a los gringos fue Estados Unidos. Enviaron a cinco mil soldados nuestros y la fragata que volvió a sufrir una transformación: pasó de ser un buque escuela a una temible nave de guerra. Colombia mandaría dos naves más: La Almirante Brion y la Capitán Tono.
Se preparó para la confrontación en Corea en el mismísimo Pearl Harbor, en Hawaii participó en un simulacro de guerra que le serviría de preparación para lo que encontraría en el país asiático. En 1951 se incorporaría a la base naval de Sasebo. Su debut en la guerra sería en mayo de ese año. Se hizo célebre por la certeza de cada uno de sus tiros. Su labor no pudo salir mejor. La Almirante Padilla no tuvo una sola baja entre sus integrantes y se devolvió, en agosto de 1952 a Colombia, sin un solo rasguño.
Desde 1952 hasta 1955 el Almirante Padilla fue fundamental para frenar el auge del Contrabando en Puerto López lugar donde estuvo apostada. Su carrera naval le valió ser condecorada por los Estados Unidos gracias a la Guerra de Corea. La fragata tuvo su momento más bajo cuando duró encallada durante varios años frente a San Andrés. Hoy, justamente, intenta ser rescatada. Pero en vano ha visto como los años y el óxido hacen mella en ella. La Escuela Almirante Padilla envió dos fragatas que son hijas de ella: el Buque ARC Antioquia y el ARC Independiente. Ambos esperan llegar a las costas de San Andrés y Providencia e intentar ayudar a rescatar sobrevivientes de la terrible devastación que vivió esta zona del país este fin de semana por culpa del huracán IOTA que tuvo un grado de intensidad de 5 puntos.